El Barcelona, con Neymar desde el pitazo inicial pero sin la presencia de Lionel Messi (sufre una contractura en el cuádriceps) ni Pedro (padece un golpe en el gemelo), se despidió de su gira asiática con una victoria de 3-1 ante un combinado de la Liga de Malasia en el estadio Shah Alam, ante unos 65 mil espectadores.
Cesc Fábregas, que tuvo que abandonar el campo en la recta final del encuentro al torcerse el tobillo, fue el encargado de abrir el marcador a los 33 minutos: un cabezazo a centro de Jordi Alba que contó con la inestimable colaboración del meta local Fahmi. Seis minutos después, Amri Yahyahs empató transitoriamente para los locales de un remate fuera del área tras aprovechar un despeje de Jordi Alba.
Neymar amplió el resultado para su equipo, justo antes de llegar al descanso, con un sutil gesto técnico en un maravilloso control orientado que le dejó la pelota en el sitio justo para impactarla directa a la red.
Los malayos, correosos, duros en algunas fases y ordenados atrás, prácticamente renunciaron a atacar tras la reanudación, y el choque se convirtió en un frontón anodino que, además, contó con gran inspiración de los jugadores barcelonistas.
Adriano, Iniesta y Busquets lo intentaron desde lejos y con el punto de mira desviado antes de que Gerard Piqué anotara el tercero en un remate de delantero centro a falta de un cuarto de hora para el final y sentenciara definitivamente el partido.
