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sábado, 21 de diciembre de 2013

Luis Vicente León aceptaría servir de mediador para profundizar diálogo entre el Gobierno y la oposición


El economista, analista político y director de Datanálisis, Luis Vicente León, conversó en exclusiva con Globovisión.com sobre el panorama que hay en el país para el año 2014 y los temas que marcarán la agenda en los próximos meses. 

Calificó de positiva la reunión que se llevó a cabo entre el presidente Nicolás Maduro y los alcaldes y gobernadores de oposición y señaló que, a pesar de que no tiene aspiraciones políticas, estaría dispuesto a servir de mediador entre la oposición y el Gobierno.



-¿Cómo evalúa la reunión que se realizó entre el presidente Nicolás Maduro y los dirigentes de oposición? 

-Cualquier punto de encuentro entre visiones distintas del país, adversarios políticos y propuestas diferentes siempre es positivo; incluso cuando no se logra convertir en acciones específicas, el solo hecho de encontrarse es positivo.


-En este sentido, el que Henrique Capriles no haya asistido a la reunión, ¿es un desacierto o una muestra de que en él no está planteado el diálogo? 

-Yo no daría una conclusión determinante porque existe, por ejemplo, la política estratégica, en la que un actor puede sentir que la reunión a la que ha sido convocado no es adecuada. Puede sentir que su presencia ahí podría generar suspicacias que impidieran que se hicieran conexiones con otros actores de su propio grupo. 

También pasó que la convocatoria de Maduro no anunciaba lo que ocurrió; fue agresiva y no anunciaba que la reunión iba a ser bastante moderada, cordial, abierta y más bien positiva. 

-¿Pudo haber sido una manera de ser coherente con su discurso, con el no reconocer la legitimidad de Nicolás Maduro como presidente?


-Luego de seis meses con Maduro gobernando legitimado por la acción, por la comunidad internacional, por el país completo, quedarse pegado ahí, te aleja de la población que está más pendiente de cuáles son las propuestas de cambio para el país. 

-Y para 2014, ¿qué medidas o propuestas cree que tenga el presidente Maduro? 

-¿Qué es lo máximo que podemos esperar? Que tome medidas que son indispensables y que aproveche que no tiene eleccioens al frente para tomar las decisiones impopulares. 

-Como economista, ¿cree que con lo que el Gobierno se ha planteado como "socialismo del siglo XXI" es posible solucionar la crisis económica? 

-Bueno, un modelo de ajuste estructural, moderno, abierto, que tome decisiones de fondo y que resuelva todas las causas de la crisis, estimulando la producción privada y rescatando las relaciones con los principales socios comerciales del mundo como Estados Unidos, no, eso no es lo que va a pasar con el socialismo. 

-¿El Gobierno se está planteando el socialismo como modelo o solo como discurso político? Ha habido acciones y medidas que pareciera que no se corresponden. 

-Yo insisto en que se pueden tener acciones puntuales modernas. Además, yo no creo que Maduro sea comunista, ni creo que su intento de gobierno lleve a una radicalización total de la economía y la política.


La búsqueda es corporativista: un Estado fuerte que controla la economía y regula la parte privada por la vía del marco jurídico, de la competencia desleal con el Estado y por la vía del miedo, pero con una empresa privada que puede existir e incluso puede hacer negocios. Se parece mucho más a Irán que a Cuba 

-¿Esto es viable y positivo para Venezuela? 

-Eso abre algunas oportunidades para el mantenimiento o crecimiento de algunos sectores privados que pueden seguir actuando y operando en Venezuela. Creo que puede ser menos malo que lo que tenemos en este momento, pero yo filosóficamente no creo en el corporativismo. Ese modelo tiende a colapsar en el tiempo, pero el tiempo no es previsible. 

-El Presidente se ha referido a usted varias veces en las últimas semanas y, en la mayoría de los casos, ha sido de forma positiva. ¿Usted se ha planteado servir de mediador entre los dos bandos que hay en el país? 

-El Presidente tiene derecho a atacar, como la oposición tiene derecho a retarlo a él. Acepto perfectamente que él critique mi análisis como yo lo he criticado múltiples veces. No puedo pretender tener derecho a a criticarlo y a su Gobierno y que él no pueda refutar lo que yo digo. No sería democracia.


-¿Aceptaría si hubiese una propuesta formal para servir de mediador? 

-Sí, no me lo había planteado, pero yo estoy siempre absolutamente a la orden de apoyar y ayudar en cualquier encuentro y diálogo entre los diferentes actores del país, para mí es lo natural en la democracia. 

-¿Usted tiene algún tipo de aspiración política en el país para el futuro? 


-Para nada. Mi función es muy clara: soy un analista, un termómetro, como encuestador. Me gusta escribir lo que veo de manera descarnada y para ser político hay que tener mucha mano izquierda. 

A mí me gustan las negociaciones, pero yo no tengo mano izquierda; yo defiendo mis posiciones de manera completamente transparente. Uno, o hace la historia o la escribe, y yo decidí escribirla. No de manera pasiva, la escribo también para influirla, para ayudar y retar a los actores que la hacen; para garantizar que la gente no se deje manipular por el simplismo.