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domingo, 27 de abril de 2014

Polonia ya reza a su nuevo santo: el patrón de los polacos libres

Polonia fue el escenario de la otra canonización de Juan Pablo II, aunque para la mayoría de polacos el que fuera papa hasta 2005 ya era un auténtico santo, que apoyó al país en los años más duros del comunismo y guió al sindicato Solidaridad hasta la conquista de la 
Polonia ya reza a su nuevo santo: el patrón de los polacos libresdemocracia.

Desde ahora el santoral polaco ya cuenta con el patrón de los polacos libres, el mismo que en 1979, en Varsovia, iluminó a sus compatriotas con una homilía desafiante en pleno auge del comunismo.

"Sin el Papa Wojtyla no habría existido (el sindicato) Solidaridad, aquella experiencia única que nos unió en una lucha pacífica por la libertad", dijo el histórico Lech Walesa, líder de aquella Solidaridad, premio Nobel de Paz y primer presidente de la Polonia democrática.
Miles de polacos recuerdan a su papa, desde Varsovia hasta Cracovia, donde Karol Wojtyla fue obispo antes de convertirse en pontífice, pasando por su localidad natal, Wadowice, donde pantallas gigantes retransmitieron la canonización, mientras las calles están engalanadas con banderas nacionales y del Vaticano.

En Polonia el júbilo es prácticamente unánime y las voces críticas con la figura de Juan Pablo II casi inexistentes, ya que la figura del papa polaco no sólo es la de un líder religioso sino también la del artífice de la libertad.

Uno de los momentos más emotivos del acto fue cuando la costarricense Floribeth Mora, segundo milagro de Juan Pablo II, subió al altar del pontífice polaco para llevar una de sus reliquias y la plaza al completo estalló en vítores y aplausos.

Hombres y mujeres polacos, algunos incluso vestido con trajes típicos del país, levantaron sus banderas en homenaje al nuevo santo de su país.

Banderas de España, Colombia, México, Brasil, Costa Rica, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y de otras partes del mundo pintaron de color la capital del catolicismo, donde sin duda alguna los tonos predominantes fueron el rojo y el blanco de la insignia de Polonia.


EFE