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viernes, 6 de junio de 2014

EE UU recupera el empleo perdido durante la gran recesión

La economía estadounidense cerró mayo con una creación neta de 217.000 empleos no agrícolas, con lo que oficialmente recuperó todos los puestos de trabajo que se perdieron durante la gran recesión. Bastaba con sumar 113.000 ocupados para conseguir dejar atrás el destrozo que en el mercado laboral provocó la última crisis económica y financiera. El paro, que va más rezagado, se mantuvo en el 6,3%, el nivel más bajo desde septiembre de 2008, porque la tasa de participación no se movió.

El último máximo de empleo en EE UU se registró en enero de 2008, cuando se contabilizaron 138,36 millones de ocupados no agrícolas. De ahí cayó a 129,65 millones en febrero de 2010. Las estadísticas ponen así fin a la que es la recuperación más lenta del mercado laboral desde que se tienen datos fiables. Por ponerlo en contexto, llevó solo dos años que se destruyeran 8,7 millones de empleos y más del doble recuperarlos.

Lo que también es cierto es que el empleo generado durante la recuperación no es de la calidad ni está remunerado como hace seis años y medio. Hay claros contrastes también por sectores. La hostelería y la salud tuvieron un repunte muy fuerte, mientras que el manufacturero y la construcción siguen en negativo. También por regiones, entre las que viven del renacer energético y las que siguen sufriendo las consecuencias del desplome inmobiliario.

Que se hayan recuperado el empleo perdido sirve para superar un listón, pero eso no significa que el mercado laboral haya sanado por completo. Aquí entra en juego un factor demográfico: hay 12,5 millones más de personas en edad de trabajar que cuando empezó la última crisis económica. Es decir, hace falta que la economía cree algunos millones de empleos más para que se normalice y sea comparable a la situación previa a la crisis.

En cuanto al paro, llevará más de tiempo volver a los niveles anteriores a la recesión. El desempleo es claramente inferior al 10% de octubre de 2009, el máximo de la crisis, pero sigue por encima del 4,4% antes de la implosión. Además, buena parte de la mejora se explica porque la tasa de participación está en el 62,8% al nivel de hace tres décadas. Se necesita, por tanto, una economía más robusta para conseguir que más gente vuelva al mercado laboral.

El indicador de mayo muestra que sigue habiendo 3,4 millones de estadounidenses en una situación de empleo de larga duración, lo que equivale al 34,6% del total de parados. Y eso pese a haberse reducido a la mitad en cuatro años. Además, hay 7,3 millones forzados a trabajar a tiempo parcial. Si a estos últimos se les suma los 2,1 millones que están apartados del mercado, la tasa de subempleo estaría cerca del 12%.

La situación de pleno empleo, según la Reserva Federal, podría lograrse en dos años. Es el momento para el que se espera esté normalizada también la política monetaria, con el primer alza de tipos prevista en 2015. EE UU utiliza el empleo no agrícola como indicador de referencia, porque está menos sujeto a factores estacionales. Si se tiene en cuenta ese sector, aún faltarían 926.000 empleos para llegar al máximo de noviembre de 2007, cuando se contabilizaron 146,6 millones de ocupados.

Lo que también es cierto es que la creación de empleo durante los últimos seis meses a un ritmo que ronda los 200.000 ocupados confirma que la economía gana tracción, a un ritmo que ayudará a reducir el paro. La previsión es que EE UU crezca a una tasa anualizada del 3,5% en el segundo trimestre, con lo que repuntará con fuerza tras contraerse un 1% en el primer trimestre como consecuencia de la crudeza del invierno.

El dato de mayo se acerca a los 210.000 empleos que anticipaba el consenso de Wall Street y no va a cambiar la estrategia monetaria de la Reserva Federal, pese a que se modera respecto a los 283.000 empleos en abril. Se espera así que la Fed recorte de nuevo la compra de deuda en su próxima reunión el 17 y 18 de junio. Los analistas se fijan más ahora en la tendencia de los salarios, para anticipar futuros movimientos de tipos por la presión inflacionista.EL PAIS