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viernes, 3 de octubre de 2014

“Asesinato de Serra demuestra que la oposición se debate entre la cobardía y la indignidad”

- La ministra para la Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, aseveró hoy que el asesinato del diputado a la AN, Robert Serra, “demuestra una vez más que la oposición antidemocrática se debate entre la cobardía y la indignidad“.
A través de su cuenta en Twitter, Rodríguez difundió un comunicado del Minci, donde se recuerda a Serra como un joven que se entregó a los “brazos de la revolución”.
“El verbo que pretendieron callar ayer (el miércoles) y que seguirá retumbando en la memoria de todos, es el de un revolucionario de todos los días, de los imprescindibles. Robert Serra se entregó por completo a Caracas y a los barrios que hoy lo lloran con dolor. Y todo lo hizo con sus palabras por delante: con el miedo a la espalda”, es uno de los fragmentos del comunicado.
El diputado a la Asamblea Nacional (AN) por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) Robert Serra fue asesinado la noche de este miércoles junto a su compañera identificada como María Herrera.
Autoridades venezolanas informaron que el homicidio de Serra y su acompañante, ocurrido en la casa del parlamentario ubicada en La Pastora “fue intencional, planificado y organizado al detalle, con mucha técnica”.

A continuación el texto íntegro del Ministerio de Comunicación e Información:

Robert Serra con el miedo a la espalda
El 7 de junio de 2007 el país asistió asombrado al descubrimiento de Robert Serra. El verbo elocuente y revolucionario del joven estudiante de Derecho despuntó en la Asamblea Nacional en medio de un debate en cadena nacional en torno al fin de la concesión del canal RCTV. Encendido, rápido y razonado, Robert Serra se entregó ese día a los brazos de la Revolución y esta lo acogió de inmediato.
Hugo Chávez y todos los venezolanos supimos entonces que la Revolución había parido sus hijos. Andreína Tarazón, Héctor Rodríguez, Libertad Velasco, Yahir Muñoz, César Trompiz, Mayerling Arias, Manuel Dum, Osly Hernández, Eder Dugarte y Robert Serra fueron los estudiantes que, como dijo el mismo Robert Serra ese día, representaban la garantía de la Revolución más allá del 2021. Él y sus compañeros hablaban por el futuro.
Ese mismo día, aquel estudiante, a quien la perfidia le quitó ayer la vida junto a la joven revolucionaria María Herrera, entregó a sus pares de la derecha una Bandera Nacional, y les dijo: “Lleven con orgullo esta bandera que le entregamos y levántenla, levántenla como debe ser y como siempre se ha levantado, como la levantó Bolívar”.
En los catorce minutos que Robert Serra habló desde el estrado reclamó su derecho al estudio, suspendido entonces por la Universidad Católica Andrés Bello; reivindicó el derecho a la libertad de expresión que abría las puertas de la Asamblea Nacional para oír todas las voces políticas del momento;defendió el acto democrático del Estado de entregar al pueblo el espectro radioeléctrico que permanecía secuestrado; dijo que los revolucionarios tienen un solo proyecto de país y un solo líder que es Hugo Chávez; y cerró sus palabras con la idea de un batallador: “En este país habrá conspiración mientras haya Revolución, que será siempre… Y debemos estar preparados para combatirla. Nos acompaña la razón, la dignidad y la razón”. Y recordó a Bolívar: “Echemos el miedo a la espalda y salvemos la Patria”.
Robert Serra recibió los aplausos del foro que lo vería tres años después entrar triunfante como el diputado más joven en la historia de Venezuela. Antes fue llamado por el Comandante Chávez a integrar la Comisión Presidencial del Poder Popular Estudiantil y más tarde se incorpora al Partido Socialista Unido de Venezuela en el momento de su fundación, donde despunta en la batalla política y en la organización de la Juventud, que defendió victoriosa a la Revolución de las garras fascistas y terristas. No dejó tarea sin cumplir.
El verbo que pretendieron callar ayer y que seguirá retumbando en la memoria de todos, es el de un revolucionario de todos los días, de los imprescindibles. Robert Serra se entregó por completo a Caracas y a los barrios que hoy lo lloran con dolor. Y todo lo hizo con sus palabras por delante: con el miedo a la espalda.
Le han quitado la vida a quien ya la había entregado a su causa. La causa del pueblo y la Revolución Bolivariana.
Honor y gloria eterna a Robert Serra y a María Herrera.
Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.