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domingo, 5 de octubre de 2014

INTERNACIONALES

Edificio opaca a celebridades 
El desfile de Louis Vuitton en la Semana de la Moda de París ocasionó un caos de tráfico el miércoles, cuando fotógrafos se abalanzaron a capturar imágenes de asistentes como Jennifer Connelly, Selena Gómez, Sofia Coppola y Michelle Williams.
El edificio de la Fundación Louis Vuitton previo a la presentación de la colección primavera/verano 2015 de la casa, el miércoles 1 de octubre del 2014 en París. El museo de arte y centro cultural, diseñado por el arquitecto estadounidense Frank Gehry, abrirá sus puertas al público el 27 de octubre. (AP Photo/Francois Mori)La segunda colección pret-a-porter de Nicolas Ghesquiere para la emblemática casa fue una oda juvenil a los años 60.
Pero las vistosas celebridades y ropas fueron, desgraciadamente, víctimas del más grande eclipse a la moda de la temporada.
El responsable es una colosal prima donna que los sobrevivirá a todos: el flamante museo de arte y centro cultural de la Fundación Louis Vuitton, con costo de más 100 millones de euros (más de 126 millones de dólares).
Reluciente bajo el sol de la mañana en el oeste parisino, con rozagantes paneles de concreto blanco enmarcados en vidrio, el edificio de casi 12.000 metros cuadrados (casi 130.000 pies cuadrados) diseñado por Frank Gehry dejó a los invitados paralizados, boquiabiertos.
"Es increíble, en verdad que lo es", dijo una invitada, Long Nguyen, quien se detuvo a tomar una foto.
El edificio, que ha sido comparado con un iceberg o un enorme velero, estuvo más de una década en construcción. Con 11 galerías de distintos tamaños, abrirá oficialmente a fines de octubre.
El hombre detrás del proyecto es el multimillonario Bernard Arnault, jefe del grupo de marcas de lujo más grande del mundo, LVMH, la compañía matriz de Louis Vuitton.
Arnault, el hombre más rico de Francia, lo encargó para albergar su vasta colección de arte contemporáneo. El edificio, decorado con las letras "L'' y "V'', ha sido calificado por los medios como el "proyecto de vanidad" de un magnate. Independientemente de esto, es uno de los proyectos arquitectónicos más emocionantes e innovadores que se hayan llevado a cabo en París en años.
El desfile de Louis Vuitton abrió con minivestidos clásicos de los 60, de encaje blanco y cuello alto, y atuendos con lazos negros alrededor del cuello. El estilo continuó con lindos trajes de terciopelo y un par de pantalones cortos rojizos envidiables.
También tuvieron éxito alusiones al estilo de moda balcánico con detalles en zigzag, así como bordados griegos y cordones gruesos en el torso.
Ghesquiere no atinó, empero, con algunos looks que mezclaron colores estridentes y texturas chocantes, como un minivestido brillante de piel de anguila de rayas negras y naranjas.
Es evidente que su vibra es mucho más juvenil y "divertida" que la de Marc Jacobs.
La pregunta es: ¿complacerá esto a la clientela más adulta (y adinerada) de Vuitton?AP