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miércoles, 8 de abril de 2015

Senador Kaine: Con Cuba en la Cumbre de las Américas las relaciones con EE UU no tendrán “marcha atrás”

(Washington, 8 de abril. EFE).- El senador demócrata Tim Kaine, uno de los legisladores de EE.UU. más involucrados con América Latina, piensa que con la participación de Cuba, en la VII Cumbre de las Américas se podrá avanzar en otros asuntos clave para el continente, según dijo en una entrevista con Efe.
“La Cumbre va a ser muy importante y muy diferente por la presencia de Cuba. Ahora, Cuba va a estar presente y dejará de ser, por ello, el asunto más relevante. Hay otros temas como el comercio, seguridad, reforma de algunos Gobiernos, justicia civil, el Plan Centroamérica y también la situación en Venezuela”, señaló Kaine.
La VII Cumbre de las Américas, que se celebrará los días 10 y 11 de abril en Panamá, es la primera de estas reuniones iniciadas en 1994 que va a contar con la participación de Cuba.
En la anterior celebrada en Cartagena de Indias (Colombia), los países latinoamericanos se quejaron de que no hubiera sido invitado el Gobierno de Raúl Castro, por la oposición de EE.UU. y Canadá, y el asunto eclipsó los temas de la agenda de la reunión.
Por eso, el senador por Virginia hizo hincapié en la oportunidad que supone para los líderes de la región poder discutir, por primera vez, sin que la ausencia de Cuba acapare la atención.
Para Kaine, “ya no hay marcha atrás” en el deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba anunciado el pasado diciembre y la Cumbre de Panamá será un buen escenario para seguir hacia delante.
Inevitablemente, los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y Cuba, Raúl Castro, se verán en algún momento de la reunión, así como sus respectivos jefes diplomáticos, John Kerry y Bruno Rodríguez.
“Estamos avanzando, estamos en un proceso que aunque tal vez no sea rápido, desde luego no va a volver nunca a donde estaba en el pasado”, alegó Kaine, en un fluido español, en referencia a los más de 50 años de embargo estadounidense sobre la isla.
El legislador, que hizo recientemente una gira con el senador republicano John Cornyn por México, Honduras y Colombia, relató que en su gira los funcionarios de todos los países “coincidían” en que la nueva relación entre EE.UU. y Cuba no solo será buena para La Habana, sino para toda la región.
“Creo que estamos en un proceso que está avanzando, y que abrirá una nueva manera de comunicarnos con las naciones, un modo más fácil”, añadió el senador, quien pasó varios años de su vida haciendo labores de cooperación en Honduras.
El levantamiento final del embargo depende en última instancia del Congreso de EE.UU., donde el aperturismo hacia Cuba encuentra más escollos, especialmente entre los legisladores cubano-estadounidenses más enfrentados al Gobierno de Castro.
Sin embargo, como recuerda Kaine, miembro del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, ya se han presentado proyectos de ley para aliviar la situación.
“Vamos a tener -apuntó- un fin del embargo, no estoy seguro de cuándo, pero lo vamos a tener, y ya estamos trabajando en el Congreso en temas como los viajes estadounidenses a Cuba, turismo y comercio”.
En cuanto a la tensión existente entre EE.UU. y Venezuela, que también se sentirá inevitablemente en la Cumbre, Kaine indicó que los problemas de Venezuela no son problemas de Estados Unidos.
“Creo -dijo- que la gente en Venezuela entiende que su propio Gobierno necesita cambiar para mejorar su situación y respetar los derechos humanos y los de los partidos políticos. Espero que todos los países hablen con Venezuela sobre democracia y sobre cómo reformar su sistema económico”.
Sobre las sanciones emitidas por Washington contra algunos funcionarios del Gobierno de Nicolás Maduro, a los que acusa de violar los derechos humanos, Kaine reiteró que no se trata de un castigo contra el país en su conjunto, ni siquiera contra todo el Ejecutivo, pero consideró que EE.UU. no debe adoptar más medidas de ese estilo.
“Necesitamos -argumentó- hablar como estadounidenses en favor de los derechos humanos en Venezuela, pero no debemos imponer más sanciones”.
A su juicio, “la gente en Venezuela necesita escoger a sus propios líderes y su tipo de Gobierno y hablar con sus líderes para cambiar y desarrollar la economía”.