Los talibanes han cortado la electricidad al comienzo del ramadán, en la época de más calor en el este de Afganistán, para extorsionar a las autoridades y reclaman dinero para recuperar el suministro,informaron este viernes a Efe fuentes oficiales.
La falta de luz afecta desde hace siete días a la provincia de Nangarhar y los insurgentes no permiten a los empleados del departamento de energía restaurar la corriente eléctrica, dijo el portavoz del gobernador provincial, Ahmadzia Abdulzai.
"Hemos trasladado el asunto al Gobierno central para encontrar una solución al problema", afirmó el portavoz.
Nangarhar, que cuenta con una importante industria manufacturera en una ruta comercial con el vecino Pakistán, es una de las provincias más pobladas de Afganistán, con unos tres millones de habitantes, y también de las más calurosas, pues en esta época del año se registran temperaturas de más de 40 grados centígrados.
Un comandante talibán conocido como el mulá Hashim "quiere dinero y ha advertido de que no permitirá que se restablezca la electricidad a menos que su demanda sea atendida",declaró a Efe una fuente del departamento de energía de Nangarhar que prefirió mantener el anonimato.
Una protesta ciudadana por la falta de electricidad mantuvo hoy bloqueada varias horas la autopista entre Kabul y Nangarhar, aseguró a Efe un miembro del consejo provincial, Israrullah Murad.
"Estamos a más de 40 grados, es el mes sagrado del ramadán, los niños y mujeres están en las casas padeciendo el calor y la gente busca tienda por tienda agua fría y trozos de hielo", añadió este representante del órgano provincial de Nangarhar, en referencia a la imposibilidad de encender ventiladores o el aire acondicionado.
Afganistán es una república islámica y prácticamente la totalidad de sus cerca de 31 millones de habitantes son musulmanes, que desde el jueves deben observar el ayuno de ramadán, en el que no se pueden tomar bebidas durante el día salvo determinadas excepciones como niños o enfermos graves.
Los talibanes afganos reclamaron recientemente financiación a los musulmanes de todo el mundo, de forma pública por primera vez en los últimos años.
La falta de luz afecta desde hace siete días a la provincia de Nangarhar y los insurgentes no permiten a los empleados del departamento de energía restaurar la corriente eléctrica, dijo el portavoz del gobernador provincial, Ahmadzia Abdulzai.
"Hemos trasladado el asunto al Gobierno central para encontrar una solución al problema", afirmó el portavoz.
Nangarhar, que cuenta con una importante industria manufacturera en una ruta comercial con el vecino Pakistán, es una de las provincias más pobladas de Afganistán, con unos tres millones de habitantes, y también de las más calurosas, pues en esta época del año se registran temperaturas de más de 40 grados centígrados.
Un comandante talibán conocido como el mulá Hashim "quiere dinero y ha advertido de que no permitirá que se restablezca la electricidad a menos que su demanda sea atendida",declaró a Efe una fuente del departamento de energía de Nangarhar que prefirió mantener el anonimato.
Una protesta ciudadana por la falta de electricidad mantuvo hoy bloqueada varias horas la autopista entre Kabul y Nangarhar, aseguró a Efe un miembro del consejo provincial, Israrullah Murad.
"Estamos a más de 40 grados, es el mes sagrado del ramadán, los niños y mujeres están en las casas padeciendo el calor y la gente busca tienda por tienda agua fría y trozos de hielo", añadió este representante del órgano provincial de Nangarhar, en referencia a la imposibilidad de encender ventiladores o el aire acondicionado.
Afganistán es una república islámica y prácticamente la totalidad de sus cerca de 31 millones de habitantes son musulmanes, que desde el jueves deben observar el ayuno de ramadán, en el que no se pueden tomar bebidas durante el día salvo determinadas excepciones como niños o enfermos graves.
Los talibanes afganos reclamaron recientemente financiación a los musulmanes de todo el mundo, de forma pública por primera vez en los últimos años.
EFE