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viernes, 15 de julio de 2011

César Farías: Juré por mis hijos que no nos devolvíamos con las manos vacías

La selección de Venezuela, La Vinotinto, ha logrado escalar posiciones nunca antes esperadas en la Copa América. Ha llenado de esperanzas y de fe a una fanaticada que a pesar de las desilusiones siempre estuvo allí.

Es por ello que el técnico de la selección venezolana, César Farías, en una entrevista exclusiva para el Correo del Orinoco comentó que “juré por mis hijos que no nos íbamos con las manos vacías. Estamos seguros de lo que hacemos”, reafirmando la confianza que los jugadores tienen en el equipo y que él ha forjado con trabajo y constancia.

A continuación la entrevista completa publicada en la página web del Correo del Orinoco:

César Farías llega al restaurant del Hotel Alejandro Primero de Salta con la parsimonia que lo caracteriza cuando dejó todo listo para un partido al otro día.

Después de la charla con los jugadores, una que otra sesión de crioterapia, planificación con su cuerpo técnico sobre lo que harán en los entrenamientos que están por llegar y las estrategias a seguir en lo que resta de Copa, Farías se sentó en la mesa para dialogar de fútbol con el “Correo del Orinoco”.

“Adelante ¿Se le apetece algo?”, dijo como con una especie de preámbulo a lo que estaba dispuesto a dialogar.

Farías es de los técnicos que les cuesta dormir cuando pierde y cuando gana también.

Pasó por momentos complicados en los tres años que tiene con la selección, hasta el punto de confesar que en un momento lo iban a botar; sin embargo, el triunfo 2-0 contra Brasil el año 2008, el 0-1 ante Bolivia en La Paz, en la pasada eliminatoria, entre otros resultados lo fortalecieron en el puesto, hasta el punto de levantar poco a poco una nueva generación que ya se ubicó entre los ocho mejores de la Copa y que tiene el compromiso de clasificar al Mundial Brasil 2014.

El entrenador recibió el legado de su antecesor, Richard Páez, compuesto por un grupo de jugadores acostumbrados a jugar de una manera durante siete años.

Farías los usó, pero a la vez visualizaba un cambio generacional que echó raíces en la mitad del pasado Premudial.

Más de 50 jugadores han sido llamados por el entrenador en su ciclo, para armar un grupo que hasta ahora tiene cinco puntos en la Copa América con cuatro tantos anotados.

¿Cuáles han sido sus momentos más difíciles con la selección?

Las primeras semanas cuando jugamos los partidos que no pudimos ganar en el debut. Luego perdimos con Bolivia. Habíamos empatado con Honduras hasta que llegó la victoria a Brasil que fue como una especie de bálsamo.

Pero en la eliminatoria pasada tuvo cuatro derrotas seguidas ¿esa no fue la peor?

Sí, fue después del empate 1-1 contra Uruguay en Montevideo. Luego perdimos contra Chile en Puerto La Cruz, porque nos faltó piernas. En ese momento comenzaron las derrotas. Cuatro en fila. No se podían hacer muchos cambios y tuvimos que sumirlo.

¿Se sintió despedido en ese momento?

Sí. Realmente no me iba, me iban. Esa es la verdad, si no le ganábamos el juego siguiente a Ecuador me botaban.

“Por primera vez podemos ver que Brasil no nos gana y eso se debe a un trabajo en el que se incluye la coordinación de selecciones”¿Qué le enseñó ese momento?

A que los partidos de fútbol se tienen que jugar con la ilusión del primero y la necesidad de último. El día que no sienta los juegos así, dejaré a la selección.

¿Se podría decir que en ese instante comenzó el cambio que usted le hizo al equipo?

Sí, porque en ese juego hicimos ocho modificaciones y dijimos, bueno, si nos vamos, lo hacemos con nuestros argumentos.

¿Es decir que no fue para ganar?

También, pero era el momento de comenzar a darle lugar a una generación emergente que venía subiendo.

¿Piensa que le resultó?

Bueno, acá están, hermano. Además que en esa eliminatoria, después de ganarle a Ecuador, sólo perdimos dos juegos. Uno contra Argentina y otro frente a Paraguay.

¿Por qué no hizo esos cambios antes del juego contra Ecuador?

Los cambios no se iban a hacer desde el principio, porque sería un problemón más. No era fácil tomar la selección. Nos costó seis meses estructurar todo.

¿Porque no se quedó solo con la selección de mayores; sino que también asumió la Sub 20?

“Porque necesitábamos desarrollar jugadores, para comenzar ese cambio y empezar a sacar figuras como Tomás Rincón, Franklin Lucena, Roberto Rosales entre otros, con el propósito de voltear todo lo que se estaba dando en ese momento.

Pero no todos los jugadores de la Sub 20 han llegado a la de mayores en estos momentos ¿Cierto?

“Realmente teniendo la sub 20 y trabajándola iba a costar mucho más sacarnos de la selección, ya que por lo menos tenían que darnos un año más y en lo particular, sabía que sin me daban ese año más me quedaría, por lo menos hasta 2014”.

Se nota muy seguro de su trabajo ¿qué otros argumentos positivos tiene para sustentar su gestión?

Ahora no somos los mismos. Por primera vez podemos ver que Brasil no nos gana y eso se debe a un trabajo en el que se incluye la coordinación de selecciones. Hoy Venezuela tiene eso, lo único malo es que veo que no hay material de relevo para que entre a la selección.

¿Eso es por falta de buena dirigencia?

“No, es por la misma gente, por una cuestión de país. Es muy fácil hablar desde un micrófono, por ejemplo y no estar acá donde estoy.

“Nosotros nos preparamos para llegar más allá del cuarto partido. Ojalá y lo logremos”¿Le hace caso a lo que dice la prensa?

Realmente me he preparado para las críticas. He hecho cursos de inteligencia emocional en el exterior y he tenido la oportunidad de conversar con líderes nacionales a intercambiar opiniones y sus experiencias.

¿Incluyendo al presidente Chávez?

Por supuesto. Cuando me condecoró me dijo: no le pares a lo que dice la prensa.

Y si usted piensa que no hay generación de relevo ¿qué podría venir cuando se vaya?

“Siempre se lo digo a mis jugadores. No alcanza con dirigir en el torneo local o Libertadores. Hay que prepararse más y no me extraña que cuando no esté yo, sea alguno de ellos, ya retirado, el que pueda asumir esto, porque ya lo han vivido.

¿Qué ha aprendió de los resultados positivo que ha tenido antes de esta Copa?

Nos han ayudado a tener más tiempo para levantar esta generación. Ya había un grupo intermedio que no se había podido consolidar. Ese grupo necesitaba que estuviésemos más tiempo para que lograr acentuase.

¿Qué fue lo primero que le dijo a este grupo cuando llegó a Argentina?

Juré por mis hijos que no nos íbamos con las manos vacías. Estamos seguros de lo que hacemos, por eso se los dije.

Y cuando supo el grupo que le tocaba ¿qué pensó?

Le dije a Rafael Esquivel, presidente de la FVF que no se asustara, porque al igual que sucedió en el Mundial Sub 20 que nos tocó jugar contra el campeón del mundo (Nigeria) y le ganamos, nosotros íbamos a acceder a la segunda fase.

¿Hasta donde aspira llegar Venezuela a esta Copa?

Sabemos de nuestras virtudes y limitaciones. Queremos llegar a la final y no es ahora porque llevamos cinco puntos. Nosotros nos preparamos para llegar más allá del cuarto partido. Ojalá y lo logremos”.

¿Qué fortalezas le ve a este equipo?

“Hay muchos jugadores que se han culturizado y su cabeza le funciona de otra manera.

¿Y las debilidades?

“Necesitamos tener algunos jugadores en equipos distintos, de mayor rango internacional, pero vamos en ese camino.

¿Siente presión?

La normal en este tipo de competencias. La presión que hay en Venezuela ningún técnico la ha vivido. Yo no tuve a Rctv para que me defendiera ni a una empresa privada que lo hiciera por medio de su sponsor. Esto ha sido a fuerza de resultados. La única publicidad que hemos tenido es la de los resultados, ninguna otra.

Por Alex Carmona

FOTO REUTERS