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martes, 12 de junio de 2012

Cassano: “Espero que no haya homosexuales en el equipo”


La calma que vive la selección italiana en la Eurocopa tras el satisfactorio empate ante España se quebró hoy por el polémico Antonio Cassano, que destapó el debate de la homofobia en el fútbol y amenazó con dejar el Milan si su club vende al defensa Thiago Silva.
“Espero que no haya homosexuales en el equipo. Si los hay, problema de ellos”, dijo hoy Cassano en rueda de prensa en Cracovia, donde su selección tiene la sede durante la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Por la noche la federación italiana lo forzó a disculparse públicamente.
Los periodistas le preguntaron por las palabras del presentador de televisión Alessandro Cecchi Paone, que en una entrevista en radio dijo que había dos homosexuales y un bisexual en la selección italiana.
El propio Cecchi Paone es homosexual y asegura haber tenido relaciones con dos futbolistas profesionales italianos.
Cassano, de 29 años y una de las estrellas del equipo de Cesare Prandelli, fue evasivo. “No respondemos a eso. Es mejor que no diga lo que pienso”.
Precisamente el seleccionador italiano, Cesare Prandelli, escribió en abril el prólogo de “El campeón enamorado”, un libro sobre la homosexualidad en el mundo de los deportistas.
“La homofobia es racismo”, escribió Prandelli. “En el fútbol y en el deporte aún existe un tabú sobre la homosexualidad, cuando la gente debería vivir libre de acuerdo a sus propios deseos y sentimientos”.
Un par de días después, las reacciones públicas sobre sus palabras le llevaron a decir que se sentía “sorprendido”: “Cuando hablamos de amor y sentimientos, la gente debería poder amar a quien quisiera”.

La reacción en Italia a los comentarios de Cassano en Polonia no tardó en llegar.

“El fútbol es un depósito de sexismo y machismo vulgar que lleva a la homofobia”, dijo Franco Grillini, político y activista por los derechos de los homosexuales.
“Ahora Cassano debería al menos disculparse y su entrenador mandarlo de regreso a casa”.
No se llegó a tanto, pero la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) forzó a Cassano a disculparse
“Lamento sinceramente que mis declaraciones hayan desatado controversia y protestas en la comunidad gay: la homofobia es un sentimiento que no está en mí”, comenzó diciendo Cassano en el comunicado oficial de la FIGC.
“No quise ofender a nadie y de ninguna manera abrir un debate sobre la libertad sexual de las personas”, añadió Cassano, que utilizó terminología vulgar durante su rueda de prensa al referirse a los homosexuales.
Más allá de esa polémica, Cassano, jugador del Milan, no se quedó hoy ahí con sus declaraciones estridentes.
“Ahora estoy en la Eurocopa y ya pensaré si me quedo en el Milan o me voy. Zlatan Ibrahimovic tiene razón en estar enfadado. Vender a Thiago Silva es un delito. A alguien así no se le puede dejar escapar ni por todo el dinero del mundo. Thiago es el 50 por ciento del Milan. Sin él ya podemos olvidarnos del ‘scudetto’ y la Champions League como objetivos”, lanzó a los dirigentes “rossoneri”, próximos a vender al defensa brasileño al Paris St. Germain.
Cassano es polémico cada vez que habla. Hace año y medio fue despedido de la Sampdoria por insultar al presidente, Riccardo Garrone.
Pero su perfil se rebajó en el Milan, donde parece más tranquilo, especialmente desde la operación de corazón a la que se sometió en noviembre.
El seleccionador italiano, Cesare Prandelli, decidió esperarlo y el domingo fue titular pese a su falta de minutos -reapareció en abril- siendo una pesadilla para la defensa española en Gdansk.
“Cuando uno ha estado a punto de morir, se toma todo de otro modo”, dijo hoy el jugador de 29 años. “Y ahora quiero ser protagonista”, agregó ambicioso antes manifestar su admiración por Leo Messi y el Barcelona: “Messi me divierte, me quedo despierto por las noches para mirarlo”.
A diferencia de Prandelli, su predecesor, Marcello Lippi, siempre se negó a llevarlo al equipo nacional porque temía que rompiera el espíritu de grupo.
“Nací cansado y vivo para reposar”, bromeó hoy alimentando su fama de poco trabajador.
Siempre polémico, ahora genera controversia antes del duelo del jueves con Croacia que Prandelli ha calificado de “decisivo” para avanzar a cuartos.