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domingo, 9 de septiembre de 2012

Baltazar Porras: Chávez busca “una reelección indefinida hasta la muerte”

El arzobispo de Mérida, Baltazar Porras, manifestó que, según su opinión, el Presidente de la República ejerce el poder con autoritarismo y le exige al primer mandatario respeto a la democracia.
 
En un trabajo publicado por La Verdad, el monseñor señala que el primer mandatario nacional quiere que “el Señor lo ilumine”. Lea aquí el trabajo publicado:
La sotana no le quita lo crítico. No se censuró al afirmar que “los políticos no están para ofrecer el cielo”. Defiende a la Iglesia. En entrevista con La Verdad, monseñor Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, subrayó que a Venezuela le falta aumentar su fe para reconocer que el socialismo es el pasado.
 
A Hugo Chávez, primer mandatario nacional, quiere que “el Señor lo ilumine”. Al pronunciarlo aclaró que no le guarda rencor, a pesar de que lo azota con su discurso después que lo acompañó en el golpe de Estado de abril de 2002 en su cautiverio. Sirvió de interlocutor del comandante porque presidía la Conferencia Episcopal Venezolana. Lamenta que niegue que él lo llamó.
 
Votará en las elecciones presidenciales del 7 de octubre a las 9.00 de la mañana. Desea que Henrique Capriles Radonski, candidato presidencial de la unidad, “tenga la luz de Dios”. Confía en que después de los comicios se abra un “horizonte”.
 
-Ya el 7 de octubre está cerca. ¿Se replantea la Iglesia su trabajo?
-No solo para esa fecha. La Conferencia reflexiona sobre la realidad del país en las asambleas de enero y junio. La dimensión política forma parte de la visión de cualquier creyente. Hay que aterrizar en la realidad que se vive y eso tiene consecuencia en la forma de ser y actuar.
 
-En esta Venezuela polarizada, ¿dónde se para la Iglesia?
-En el respeto, el diálogo, la aceptación del otro y la búsqueda de un camino común, no solo de discurso. Educamos para la paz, solo así se supera el discurso de la violencia y muerte. En los últimos años, el Gobierno subió el tono y generó impunidad y corrupción.
 
-El Gobierno critica el tono del episcopado por considerar que tiene proselitismo político.

-El Gobierno utiliza la política del retruque. Lo que piensa y hace dice que lo hacen los otros, manipula lo religioso. Podemos tener una actitud crítica para que el ciudadano decida cómo debe comportarse. Ni al de ahora ni a los de antes les gusta.
 
-El Presidente envió a sus emisarios a la Conferencia Episcopal. ¿Cree en sus intenciones de acercarse?

-Hay que sentarse a conversar con quien sea, con el enemigo, con quien intenta engañar, con quien tiene buenas y no tan buenas intenciones, quizá se puede lograr algo, pero no podemos ser ingenuos, solo buscan el encuentro en elecciones.
 
“Cuando se inculca miedo, el miedo paraliza, se pierde la esperanza porque hace creer que no hay forma de superar el presente ni de cambiar”
 
-¿A qué atribuye que no asistiera el Presidente?
-Él tiene como norma no enfrentarse con ninguna institución que no es de su agrado. Él solo ha estado con la Conferencia dos veces, en julio de 1999 y después del golpe, el 24 de abril de 2002. De resto, nunca más, ni él ni sus colaboradores cercanos, pero en esa última y más reciente reunión admitieron como un error no contestar las cartas.
 
-¿Qué es lo que tienen que decirle a Chávez si lo sentaran con ustedes?
-Que los postulados de la democracia hay que respetarlos, así como la libertad.
 
-¿Qué no negociarían nunca con él?
-Buscar privilegios para sí mientras olvida a los demás. Siempre planteamos las necesidades del pueblo venezolano. En la primera reunión nos ofreció cuatro ministerios y dejamos claro que no negociábamos puestos. Asumió que no queríamos colaborar y respondimos que esa no era la forma como trabajábamos ni era la actuación de la Iglesia.
 
-Esa es su posición, pero hay sacerdotes que simpatizan con la revolución. ¿Cómo los ve?
-Necesitan examinar la razón de su vocación para saber si son políticos o son curas.
 
-¿Significa que para hablar de lo político se deben quitar la sotana?
-No. Significa que tener una actitud partidista no es igual a ser crítico. Se puede ser crítico porque a todo gobierno le sobra quien lo alabe y es bueno poder oír otras voces. Cuando se adula, se tapa la verdad. Tener el poder no es convertirse en un semidiós.
 
-¿Se sienten divididos?
-No, porque son poquísimos sacerdotes, lo que pasa es que son muy cacareados por los medios oficiales, pero son un fenómeno marginal. Ninguno tiene un papel importante como para dividir.
 
-¿Los desprestigia el Presidente?
-Es lo que ha pretendido.
 
-WikiLeaks publicó hace dos años un cable donde usted supuestamente exhortó a EEUU a ser más contundente con Chávez. ¿Fue un mal episodio en su vida? ¿Lo molestó?
-No, para mí no tuvo ninguna importancia. La verdad brilla por sí sola.
 
-La cancillería ordenó eliminar “privilegios” del acuerdo con el Vaticano. ¿Es un pase de factura?
-Eso lo planteó el Gobierno desde su comienzo. Si se lee el convenio, el que tiene los privilegios es el Gobierno. Se le concede un mes al Gobierno para el nombramiento episcopal, ni siquiera los reyes de España lo tienen. Las pocas ayudas y asignaciones desde que se firmó el convenio en 1964 son mezquinas, y si las quitan es mejor, porque se tiene más autonomía. Nuestro privilegio es la credibilidad del pueblo a la Iglesia.
 
-¿A los indecisos les falta esperanza?
-Cuando se inculca miedo, el miedo paraliza, se pierde la esperanza porque hace creer que no hay forma de superar el presente ni de cambiar. El discurso del Gobierno apunta a una debacle si gana otra opción, pero no es así.
 
-¿Chávez se vende como el salvador?
-Pero como el salvador de un apocalipsis, a pesar de que nadie es indispensable. Sus mensajes son claros. Busca una reelección indefinida hasta la muerte. Eso es el pensamiento del absolutismo de épocas pasadas, cuando los valores modernos son la libertad, igualdad y fraternidad. Quien se acostumbra a gobernar cree que es indispensable.
 
-¿Quien vote por Chávez carece de fe?
-Y en sí mismo, en el país, en un candidato o en otro. La única forma de actuar es con participación. El venezolano tiene que aprender a defender a sus valores; así sea un homicida o un sinvergüenza, tiene los mismos derechos.
 
-¿Cree en la fe del Presidente?
-No soy juez.
 
-¿Pero qué le transmiten las muestras públicas de él? Una vez imploró por su salud…
-Tengo dudas por la capacidad que tiene para decir una cosa hoy y mañana otra. Me quedó claro desde el golpe de 2002. Repite que no sabe qué hacía yo ahí, cuando sabe que actué allí porque él me llamó para defender su vida.
 
-¿Simpatiza con el candidato de la unidad?
-Los políticos no están para ofrecer el cielo, sino la tierra. Eso es lo que se pide. Todo gobernante debe construir el presente, no se debe ofrecer esperanza.
 
-¿A quién llamaría la Iglesia al conocer los resultados?
-Siempre se llama a quien pierde porque a quien gane le sobra.
 
-¿Llamaría a Chávez?
-Sí.
-Si no le contesta, ¿cómo lo interpretaría?
-No sería nuevo. Se intentará.
 
-¿Qué pasaría con la Iglesia?
-Continuaría con las dificultades que sean como Venezuela.
 
Perfil
Nombre: Baltazar Enrique Porras Cardozo
 
Lugar y fecha de nacimiento: Caracas, 10 de octubre de 1944
Edad: 67 años
 
Profesión: Es arzobispo de Mérida. Es licenciado en teología por la Universidad de Salamanca y se graduó de doctor en teología pastoral en el Instituto Superior de Pastoral de la Universidad de Salamanca. Se ordenó sacerdote el 30 de julio de 1967, ascendió a arzobispo de Mérida el 30 de octubre de 1991 y tomó posesión del cargo el 5 de diciembre de ese mismo año. Fue presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) entre 1999 y 2006. Desde 2007 y hasta 2011 es vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
Por Gabriela Moreno
Diario La Verdad