Lo Último

.

.

martes, 13 de mayo de 2014

Actos velatorios de Jacinto Convit inician esta tarde


Los actos velatorios y funerarios del doctor Jacinto Convit serán realizados en el Cementerio del Este a partir de este martes 13 de mayo, a las 2:30 pm. 
Actos velatorios de Jacinto Convit inician esta tarde
Convit falleció este lunes en Caracas a sus 100 años de edad. Este ilustre venezolano en 1973 descubrió la vacuna contra la lepra y en 1987 recibió en España el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. 

El doctor Harland Shuler, director del Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas, señaló que debe continuarse con su legado y refirió que Convit fue una persona cuyo horizonte era trabajar por mejorar la calidad de vida de los más desposeídos y desatendidos. 

También dijo que el Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas tiene la responsabilidad de continuar con su línea de investigación.  

Convit una vida dedicada a la ciencia 

En el año 1988, los grandes avances en estudios epidemiológicos, le valieron una nominación al Premio Nobel de Medicina, por el descubrimiento de la vacuna contra la lepra, que resultó de la combinación de la vacuna de la tuberculosis con el bacilo Mycobacterium leprae. 

Un año antes de esta nominación, Convit recibió en España el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. 

En su trayectoria como médico e investigador contribuyó a la fundación de diversas instituciones y asociaciones relacionadas con el área de la salud, dentro y fuera del país. En la actualidad era miembro fundador de la Sociedad Venezolana de Dermatología y Venereología de la Sociedad Venezolana de Alergología y de la Sociedad Venezolana de Salud Pública. 

En 2013 los diputados de la Asamblea Nacional venezolana aprobaron por unanimidad un proyecto de reconocimiento a sus trabajos, con motivo del centenario de su nacimiento, a la vida y obra del ciudadano Dr. Jacinto Convit, por sus logros científicos a favor de la salud del pueblo venezolano y del mundo, por su dedicación al ejercicio de la medicina sin fines lucrativos y de enriquecimiento personal. 

Convit al cumplir 100 años de vida seguía trabajando para encontrar la cura de enfermedades mortales, una de ellas calificadas por él como "La enfermedad maldita": el cáncer