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sábado, 3 de mayo de 2014

Matan a hincha con un inodoro tras partido de fútbol en Brasil

AFP).- Un hincha murió la noche del viernes después de haber sido golpeado con un inodoro en enfrentamientos que sucedieron a un partido de segunda división de la Liga brasileña de fútbol apenas 40 días antes del inicio del Mundial, informaron medios locales.
A pesar de que el partido entre Santa Cruz, de la ciudad costera de Recife (noreste), y el visitante Paraná terminara en un empate, la violencia estalló fuera del estadio Arruda.
Los hinchas se enfrentaron y lanzaron inodoros arrancados en las instalaciones sobre otro grupo de hinchas reunidos afuera del recinto, uno de los cuales falleció a raíz del impacto. El fallecido se llamaba Paulo Ricardo Gomes da Silva, según la policía.
“Acabaron con la vida de mi hijo y también con la mía. No le deseo este dolor a nadie”, declaró Joelma, la madre de la víctima, a una radio local.
La televisión local aseguró que Da Silva se vio envuelto en la pelea entre grupos organizados de los dos equipos.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) confirmó que el Tribunal Supremo de la Justicia Deportiva (STJD) decidió cerrar el estadio temporalmente mientras duran las investigaciones oportunas “debido a la importancia de lo ocurrido”.

Cierre del estadio

La CBF afirmó en un comunicado que el estadio permanecerá cerrado “desde este sábado hasta que el STJD haya analizado el caso y tomado las acciones necesarias”.
En Recife también se encuentra el Pernambuco Arena, de nueva creación, que albergará cuatro partidos de la Copa del Mundo y sus habitantes temen que su construcción no sea en absoluto rentable.
Los medios brasileños citaron al presidente del Santa Cruz Antonio Luiz Neto, que insistió en que su club y la policía habían hecho todo lo posible para garantizar la seguridad de ambas aficiones.
Otros tres aficionados podrían estar heridos, según O Globo, uno de ellos de seriedad.
El Arzobispo de Olinda y Recife, Fernando Saburido, repudió la violencia durante una conferencia nacional de los obispos de Brasil en la ciudad de Aparecida, en el estado de Sao Paulo.
Señaló que “un deporte que debería ser una actividad saludable se está tornando, por culpa del fanatismo de los radicales, en una oportunidad para la práctica del mal y la falta de respeto y libertad de la vida.
El problema de la violencia en el fútbol en Brasil ha crecido en los últimos meses. En diciembre, las cámaras de televisión grabaron una de las batallas más cruentas de los últimos tiempos, entre las aficiones del Atlético Paranaense y el Vasco da Gama. Un hombre era filmado entonces con el cuerpo ensangrentado, recibiendo patadas en el cuerpo y la cabeza.
La presidenta Dilma Rousseff insistió en que Brasil no tolerará comportamientos similares cuando decenas de aficionados del Corinthians asaltaron la ciudad deportiva del equipo, atacando a sus jugadores.
Brasil ha tenido que luchar contra el reloj para poder llegar a tiempo al Mundial tras una serie de retrasos en varios estadios, cuyo costo fue muy superior al inicialmente presupuestado.
Se estima que Brasil ha gastado más de 11.000 millones de dólares para volver a albergar la mayor cita futbolística del mundo, 64 años después.
Los ciudadanos se han quejado de esta inversión ya que consideran que el dinero se podría haber destinado en mejorar unos servicios públicos deficientes.
El pasado mes de junio, durante la Copa Confederaciones, más de un millón de brasileños salieron a la calle para protestar en contra de este gasto y algunas manifestaciones acabaron incluso en violencia.