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sábado, 6 de diciembre de 2014

¿Cómo saber si mi hijo está consumiendo marihuana?

El consumo de drogas constituye en la actualidad un problema que afecta directamente a personas de todas las edades, sexo y condiciones socioeconómicas, e indirectamente a las familias de los consumidores, pues deben lidiar con las actitudes y comportamiento de la persona.

En el caso exclusivo de la marihuana, el principal grupo humano propenso a consumirla es el de los jóvenes - adolescentes. Y dentro de ese grupo, aquellos que están atravezando crisis familiares o que crónicamente reciben algún tipo de maltrato o frustración son los que mayor predisposición al consumo presentan.
Además, hay que considerar que no son solo los jóvenes quienes van en busca de estupefacientes, sino que la droga, al ser un negocio que mueve grandes cantidades de dinero, va en busca de los jóvenes a quienes pretende como nuevos clientes. Por lo tanto, todos los jóvenes, por educados que sean, están en riesgo de caer en el vicio.

En ese sentido, durante el programa Siempre en Casa de RPP Noticias se hicieron algunas recomendaciones para que los padres sepan detectar las señales que indican si su hijo está consumiendo marihuana.
Ojos rojos y parpados caídos

Los ojos enrojecidos y los parpados caídos son signos muy característicos del consumo de marihuana. Sin embargo, "esto se puede controlar aplicándose unas gotitas que hacen que los ojos parezcan normales", advierte el doctor Ricarte Cortez.

Ha cambiado su manera de hablar, de actuar y come mucho

Estos son signos que debemos saber identificar. "Si mi hijo repentinamente ha empezado a hablar diferente, se traba o habla lento, o ahora lo veo demasiado relajado, o come mucho y lo hace particularmente en la madrugada cuando llega de una salida, esos son cambios que hay que tener en cuenta", comenta el doctor.

Irritabilidad

Suelen ponerse muy irritables, todo les molesta y actúan como si ocultaran algo. No les gusta que les pregunten sobre sus salidas, tampoco que entren a sus habitaciones ni revisen sus cosas.
Sueño excesivo y apatía constante

"Se ven muy somnolientos, cansados, con flojera y dejadez. Duermen muchas horas y tienen pocas ganas de realizar actividades familiares", afirma Cortez.

Necesidad constante de dinero

O en el peor de los casos, empiezan a perderse cosas de la casa.

Recomendaciones

Es recomendable que los padres analicen bien la situación antes de intervenir al hijo y señalarlo como consumidor. Lo peor que se puede hacer es culparlo y/o recriminarlo, pues solo lo marginará más. 
"Al final no se tata de juzgar al hijo, se trata de que en todo momento los padres deben estar alerta respecto a sus hijos. Lo primero que hay que hacer es tender los puentes que renueven la confianza con el hijo", recomienda Cortez.