(Beirut, 24 de enero. EFE).- Al menos ocho soldados libaneses y 35 combatientes yihadistas murieron en los enfrentamientos que siguieron ayer a un ataque de éstos a un puesto de control militar en la zona de Ras Baalbeck, fronteriza con Siria, informó el Ejército en un comunicado y una fuente de seguridad a Efe.
Además, diez soldados libaneses y decenas de yihadistas resultaron heridos, añadió la fuente de seguridad.
Además, diez soldados libaneses y decenas de yihadistas resultaron heridos, añadió la fuente de seguridad.
“El heroísmo y las victorias del Ejército han demostrado a todo el mundo que cualquier ataque contra el territorio o los militares fracasará y que el Líbano será el cementerio de los atacantes”, advirtió el vice primer ministro y ministro libanés de Defensa, Samir Mokbel en un comunicado
Dos cuerpos de los militares libaneses fueron encontrados en Ras Baalbeck, donde ayer hubo enfrentamientos entre el Ejército y unos 200 yihadistas que se habían introducido desde Siria en esta región.
Los choques se produjeron tras un ataque, horas antes, de los extremistas a un puesto de las fuerzas armadas en Tallat el Hamra, en la misma zona.
Entre los radicales muertos se encuentran un comandante militar del grupo Estado Islámico (EI), Al Ahwazi, y otros dos responsables de ese grupo terrorista, Ghayath Yomaa y Abu al Walid al Ansari, indicó la fuente de seguridad.
El ejército libanés continúa con las operaciones en esa área conflictiva, que es un punto estratégico que domina las afueras de Arsal, una región limítrofe con Siria.
El pasado agosto, el grupo Estado Islámico y el Frente Al Nusra -filial de Al Qaeda en Siria-, junto a otros movimientos extremistas, mantuvieron un enfrentamiento con el ejército libanés en la región de Arsal y capturaron a una treintena de soldados como rehenes, de los que 25 siguen con vida.
Desde el inicio de la revuelta en Siria en marzo del 2011, la situación de seguridad en el Líbano se ha deteriorado, sobre todo en el norte y noreste del país, y se ha incrementado la división de la población entre partidarios y adversarios del presidente sirio, Bachar al Asad.