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lunes, 15 de febrero de 2016

Papa pide "perdón" a los indígenas por la manera en la que fueron tratados

"Perdón, hermanos", exclamó el papa Francisco en la misa en San Cristóbal de las Casas (México) al referirse al maltrato y exclusión que han recibido las comunidades indígenas.
Francisco acudió al Estado de Chiapas, donde se concentra cerca del 75 % de las comunidades indígenas del país y además el más pobre de México, para llevar su palabras de esperanza a los pueblos originarios, pero también de condena por todo lo que han sufrido.
En el área del estadio municipal de San Cristóbal de las Casas, la localidad elegida personalmente por Francisco para lanzar su apoyo a las comunidades indígenas, el papa condenó "cómo de modo sistemático y estructural, sus pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad".
"Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones", continuó el pontífice ante las comunidades que representan a los 11 millones de mexicanos indígenas que viven en el país.
Y otros, agregó, "han sido mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban".
"¡Qué tristeza!", exclamó el papa, que también instó a todos "a hacer un examen de conciencia" y a pedir "perdón".
Después, improvisando sobre la homilía preparada, agregó un significativo; "Perdón, hermanos".
"El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita", añadió en San Cristóbal de las Casas, ciudad fundada por el español Diego Mazariegos en 1528 en un valle rodeado por montañas.
Francisco habló del anhelo de estos pueblos "de vivir en libertad (...) donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean la moneda corriente" y denunció de nuevo cómo "de muchas formas y maneras se ha querido silenciar y callar ese anhelo".
Y en referencia a los pueblos originarios continuó: "De muchas maneras han intentado anestesiarnos el alma, de muchas formas han pretendido aletargar y adormecer la vida de nuestros niños y jóvenes con la insinuación de que nada puede cambiar o de que son sueños imposibles".efe