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jueves, 23 de febrero de 2012

La Comisión Europea pronostica que el PIB español retrocederá un 1% este año


El Gobierno español ya tiene las cifras a las que había condicionado la elaboración de los presupuestos de 2012, aún sin empezar pese a que han pasado dos meses desde que el equipo de Mariano Rajoy tomara posesión. Y el punto de partida es malo, aunque no tanto como vaticinan el Fondo Monetario Internacional, el Banco de España y la mayoría deservicios de estudios privados. En sus primeras previsiones del año, la Comisión Europea pronostica que el PIB español retrocederá un 1% este ejercicio.
El pronóstico de Bruselas es menos pesimista, pero con matices. A diferencia del Banco de España (-1,5%) y la mayoría de servicios de estudios privados, solo incluye el efecto contractivo del ajuste presupuestario aprobado (15.000 millones en diciembre) y no del que, con certeza vendrá. Ese ajuste adicional, si se toma al pie de la letra el plan de consolidación que el Gobierno quiere revisar, sería de 25.000 millones más. Y explica la diferencia en las previsiones. Por poner un ejemplo cercano, el Instituto Flores de Lemus tampoco incorpora ese ajuste adicional y prevé un retroceso del 0,8%. La Fundación de las Cajas de Ahorros sí lo hace y vaticina una caída del 1,7% para este año. El pronóstico del FMI es el más desconcertante: no tiene en cuenta los ajustes por venir, pero aún así está entre los pesimistas, también un -1,7%.
El avance del informe de primavera, que la Comisión publicará en mayo, refleja una recaída generalizada en la zona euro, para la que también prevé un descenso del 0,3% del PIB. Aún así, Alemania y Francia, según esta estimación, escapan de la recesión, en la que seguirían Italia (-1,3%), Portugal (-3,3%), Grecia (-4,4%) Holanda (-0,9%) y Bélgica (-0,1%). España es uno de los países que encaja una revisión más drástica, ya que hace apenas tres meses la Comisión vaticinaba un avance del 0,7%. La recesión, pronostica Bruselas, se extenderá hasta el tercer trimestre de este año. Y los meses de arranque de 2012 serán peores (-0,4% en tasa trimestral) que los de cierre de 2011 (-0,3%), inicio de esta segunda recesión en tres años.
En este avance, no hay previsiones sobre la evolución del déficit o la deuda pública. Pero la drástica revisión del pronóstico económico da el pistoletazo de salida al debate sobre si los objetivos de ajuste presupuestario de varios países, pactados cuando no había recesión,deben suavizarse. Es el argumento al que se agarra el Gobierno español, que no quiere significarse (sobre todo, ante los mercados) en una reclamación en la que le va mucho.
Al Ejecutivo del PP no le faltan razones, aunque que el vaticinio no haya sido tan pesimista como otros, resta fuerza a su planteamiento. Parte de un déficit superior al 8% en 2011, cuando estaba previsto un 6% y la propia Comisión creía que la desviación no iría más allá del 6,6%. Y la enorme distancia a la meta prefijada para 2012, un déficit del 4,4%, es aún mayor si se tiene en cuenta que, cuando se pactó, se anticipaba un crecimiento del 2,3% para este año, y ahora se prevé un decrecimiento del %, que se traducirá en una caída aún mayor de los ingresos fiscales.
El Ministerio de Economía espera que, una vez que Bruselas ha constatado que España está en recesión, permita situar el objetivo de déficit para este año por encima del 5%. Y fuentes comunitarias han asumido que si la recaída se generaliza a varios países, como ahora pronostica, suavizará el ajuste de este año en “unas décimas”. Aun así, y pese a las medidas ya adoptadas a finales de diciembre, que sumaron 15.000 millones más al ajuste, las Administraciones españolas tendrían que reducir gastos o aumentar ingresos por cerca de 20.0000 millones adicionales este año.

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