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lunes, 11 de noviembre de 2013

Advierten sobre el avance del narcotráfico en la década K

El asesinato de Kevin Molina en la villa Zavaleta en medio de un tiroteo narco, la balacera a la casa del gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y un ataque de sicarios a plena luz del día en Buenos Aires, son la expresión de un fenómeno que se disparó en la última década y que Periodismo Para Todos mostró anoche con crudeza: el ingreso del narcotráfico a la argentina.
Según contaron ayer diferentes especialistas y periodistas expertos en seguridad y narcotráfico, en la última década el país pasó de ser un lugar de tránsito a un territorio de producción y mayor consumo de drogas.
Según el reporte mundial de drogas de este año de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga, Argentina es el tercer país del mundo, detrás de Brasil y Colombia, en exportar drogas.
Pero además, según la DEA, Argentina es uno de los 25 países que registran mayor producción de precursores químicos. Y advirtió también que, mientras el consumo crece, los decomisos de cargamentos decrecen: Argentina pasó de decomisar 107 toneladas de marihuana y 12 de cocaína en 2008 a 28 toneladas y media de marihuana y 4 de cocaína, en 2011.
Estas cifras dan cuenta de lo que anoche contó Jorge Lanata poniendo énfasis en Rosario, una de las ciudades más importantes y pujantes de Santa Fe “tomada” por el narcotráfico.
En el programa se mostró cómo jóvenes y adultos hacen filas interminables y constantes para comprar droga en uno de los principales bunkers, instalado en el centro inmobiliario más caro de la ciudad. Las bandas pelean a plena luz del día por el dominio del territorio y los muertos quedan tirados en las calles.
En lo que va del año, Rosario ya registra más de 200 muertos producto de la marginalidad, la violencia y la droga. Los crímenes se multiplican en los barrios más pobres, pero la guerra de los narcos no se limita a las periferias, sino que llega al centro de la ciudad.
Sólo en los últimos cinco días, quemaron a un chico vivo dentro de un bunker en el barrio La Florida, frente a la playa más famosa de la ciudad; fusilaron a otro que había testificado por un crimen en el Barrio Ludueña y balearon a dos primos en la puerta de un bunker de la zona sur. Uno de los primos murió. Se llamaba Wilson, tenía 15 años.
Pero no solo Santa Fe es víctima del narcotráfico. En Buenos Aires, la villa 1.11.14 funciona como “centro de operaciones” de las bandas narcos operados por peruanos que se dedican al mercado minorista.
“Traen la droga desde Perú, la descargan en la villa y se crea la distribución, se dice que es el mercado central de la droga. Tienen un servicio de remisería que distribuye la droga de manera minorista a distintos compradores y también suelen ir los propios compradores a la villa a buscar. Los narco peruanos tienen en la villa grandes centros de acopio y cuarteles, que en 15 años no han podido ser desbaratados ni por la policía federal, que tuvo que ser removida de la villa por su connivencia con los narcos, ni por la gendarmería”, definió el periodista de Clarín, Rolando Barbano.
Precisamente el último viernes, en un duro documento, la Iglesia advirtió sobre este drama.
En otra parte de Periodismo Para Todos se mostró un informe sobre el estado de los trenes. En la investigación del periodista Rodrigo Alegre se escuchan conversaciones tomadas por un grupo de radioaficionados durante varias semanas del último mes, entre los motorman y la torre de control.
En esas conversaciones se escucha a los conductores advertir sobrefallas en los frenos, problemas de velocidad de las unidades, pedidos de refuerzo de Gendarmería porque se sube la barra brava de independiente al tren, baches en la vía, puertas que se traban, cables cortados, problemas de señalización y barreras que no funcionan y hasta un incendio en un vagón.
“De las 23 formaciones que tenía hasta noviembre del año pasado, del tren Sarmiento, hoy solamente están operativas 14 ”, se destacó en el informe.
EL CLARIN