La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, condenó hoy el asesinato de una mujer embarazada de 25 años en Pakistán por miembros de su propia familia.
Farzana Parveen fue apedreada cuando se disponía a entrar en el Tribunal Superior de Lahore para explicar que se había casado voluntariamente con el hombre que ella había elegido.
Unos 20 familiares esperaban a la joven y a su marido ante los juzgados y los atacaron antes de que pudieran entrar en el edificio.
El padre de la mujer, así como dos hermanos y un primo con el que estaba obligada a casarse figuran entre los agresores.
Iqbal murió en el hospital como consecuencia de las graves heridas que sufrió en la cabeza.
La familia había presentado una denuncia por secuestro ante la Corte y la joven se disponía a entrar en ese juzgado para explicar que se había casado por su propia voluntad.
Navi Pillay recordó que anualmente cientos de mujeres son asesinadas en Pakistán por su familia, tras negarse a celebrar un matrimonio pactado o tras huir y casarse por amor.
También lamentó que en la mayoría de los casos los autores de esos crímenes no rinden cuentas ante la justicia.
La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán registró el año pasado 869 crímenes de honor en ese país. En un informe explicó que la cifra es mucho más elevada ya que en muchas ocasiones se simulan accidentes.ONU
