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martes, 13 de enero de 2015

El robo de combustible desata la escasez en México

El robo de gasolinas en México está dejando a las estaciones de servicio vacías. En las últimas dos semanas, proveedores de combustibles en el centro y norte del país han denunciado una importante reducción en el abastecimiento de hidrocarburos. Petróleos Mexicanos (Pemex), que hasta ahora mantiene el monopolio del suministro de combustibles, ha admitido que la escasez de gasolinas en algunas regiones de México es consecuencia del aumento en las tomas clandestinas en los ductos de la estatal.
La petrolera mexicana registró, durante 2014, pérdidas de 1.159 millones de dólares por el robo de combustibles. En los últimos dos años, Pemex ha visto duplicar tanto la merma de sus ganancias por la venta del refinado como el número de tomas clandestinas en sus ductos. En 2013, la estatal perdió 545 millones de dólares y detectó 2.800 tomas ilegales, mientras que en el último año ha encontrado 4.000 perforaciones clandestinas en ductos. La petrolera cifra en 27.000 barriles diarios el combustible robado en 2014.
La carencia de gasolinas de las últimas semanas, explican desde Pemex, se debe a la perforación ilegal del ducto que va desde la refinería de Minatitlán (Estado de Veracruz) hasta el centro del país, así como de la red que transporta refinados desde Salamanca (Guanajuato) hacia Guadalajara (Jalisco). Al existir una fuga en el tubo que transporta el hidrocarburo, la petrolera debe suspender el tráfico del producto para reparar el ducto. La estatal ha desplegado transporte terrestre para distribuir el combustible en las ciudades afectadas, según recoge Pemex en un comunicado.Los hurtos de combustible en México ocurren, principalmente, en zonas cercanas a refinerías donde el ducto es perforado sin precaución alguna y luego es conectado a un camión cisterna. Esta gasolina suele venderse en pequeñas poblaciones, a precios más bajos que los fijados para todo el país, e incluso en estaciones de servicio falsas. La perforación de los ductos ha provocado accidentes ambientales e importantes incendios en algunas ciudades. En el norte del país, la región con el mayor número de robos, algunos grupos de la delincuencia organizada se han hecho con el combustible y también lo han comercializado.
El sector de las gasolinas está a la espera de una transformación trasla reforma energética, que abre la industria a la inversión privada. A partir de este año, el Gobierno mexicano ha fijado un precio máximo para los combustibles para comenzar gradualmente la liberación de los costes al mercado. Además, Pemex ha propuesto a Estados Unidos la importación de 100.000 barriles de crudo ligero para aumentar su producción nacional de gasolina y diesel. Un giro para la industria mexicana que importa el 53,8% de los combustibles que se venden en el país.
EL PAIS