La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se reunió este jueves
con su predecesor Luiz Inacio Lula da Silva y con ministros y diputados
para definir la estrategia ante el juicio de destitución que la Cámara
de Diputados podría aprobar el domingo.
La salida intempestiva de gran parte de los diputados de la coalición de gobierno que lidera el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) achicó el margen del oficialismo para bloquear la iniciativa en la Cámara baja.
"Acaba de terminar una reunión de la presidenta con diputados de la base aliada al gobierno y ministros, en la que se discutieron estrategias para la votación", dijo a la AFP un asesor del Palacio de Planalto.
El gobierno necesita impedir que la oposición, que acusa a Rousseff de adulterar las cuentas públicas en 2014, cuando fue reelecta, y a comienzos de 2015, consiga los votos de 342 de los 513 integrantes de la cámara de Diputados (dos tercios).
Si la moción por el impeachment es aprobada, pasará al Senado, que deberá ratificarla por simple mayoría para que Rousseff sea suspendida de su cargo por un máximo de 180 días, hasta que los senadores den su fallo definitivo.
Su mandato (2014-2018) sería completado por el vicepresidente Michel Temer, del centrista PMDB, que saltó a la oposición y trabaja abiertamente por la destitución.
La situación "es difícil", reconoció el ministro portavoz Edinho Silva en un diálogo con la AFP.
El PSDB, del candidato derrotado en 2014 Aecio Neves, asegura que la oposición ya tiene 349 votos, siete más de los necesarios para ganar la pulseada en la cámara.
Rousseff
denuncia la iniciativa del Congreso como un golpe de Estado y autorizó
que cuatro de sus ministros con mandatos de diputados vigentes regresen a
la cámara para apoyarla durante la votación.
La salida intempestiva de gran parte de los diputados de la coalición de gobierno que lidera el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) achicó el margen del oficialismo para bloquear la iniciativa en la Cámara baja.
"Acaba de terminar una reunión de la presidenta con diputados de la base aliada al gobierno y ministros, en la que se discutieron estrategias para la votación", dijo a la AFP un asesor del Palacio de Planalto.
El gobierno necesita impedir que la oposición, que acusa a Rousseff de adulterar las cuentas públicas en 2014, cuando fue reelecta, y a comienzos de 2015, consiga los votos de 342 de los 513 integrantes de la cámara de Diputados (dos tercios).
Si la moción por el impeachment es aprobada, pasará al Senado, que deberá ratificarla por simple mayoría para que Rousseff sea suspendida de su cargo por un máximo de 180 días, hasta que los senadores den su fallo definitivo.
Su mandato (2014-2018) sería completado por el vicepresidente Michel Temer, del centrista PMDB, que saltó a la oposición y trabaja abiertamente por la destitución.
La situación "es difícil", reconoció el ministro portavoz Edinho Silva en un diálogo con la AFP.
El PSDB, del candidato derrotado en 2014 Aecio Neves, asegura que la oposición ya tiene 349 votos, siete más de los necesarios para ganar la pulseada en la cámara.
El
último cómputo realizado por el diario o Estado de S.Paulo indica en
cambio que los partidarios del impeachment suman por el momento 326
votos, veinticuatro más que la víspera pero 16 menos que los necesarios.
Celso
Pansera (Ciencia y Tecnología), Marcelo Castro (Salud), Mauro Lopes
(Aviación Civil) -todos rebeldes del PMDB de Temer- y Patrus Ananias
(Desarrollo Agrario), son los funcionarios que garantizarán valiosos
votos a Rousseff, quien llega a la encrucijada con un fuerte desgaste,
alimentado por una feroz crisis económica y con apenas un 10% de apoyo a
su gestión. afp