El submarino nuclear ruso ‘Yuri Dolgoruki’ regresó al astillero Sevmashzavod, a orillas del mar Blanco, tras fracasar el lanzamiento de prueba del nuevo misil intercontinental Bulavá.
"El lanzamiento desde el "Yuri Dolgoruki" debió efectuarse el sábado, pero no se realizó debido a un problema con el suministro eléctrico en uno de los sistemas del sumergible", declaró una fuente de Sevmashzavod a la agencia rusa Interfax.
Agregó que los técnicos del astillero efectúan una serie de pruebas para esclarecer las causas del desperfecto. "En este caso no hay ningún problema con el misil. Todas las verificaciones previas al lanzamiento confirmaron que la totalidad de sus sistemas estaban a punto", puntualizó.
El del sábado debía ser el segundo lanzamiento de un Bulavá desde el ‘Yuri Dolgoruki’, proyecto 955 (código Borey), sumergible de última generación para el que fue diseñado especialmente este misil intercontinental.
El primero, con éxito, tuvo lugar el 26 de junio pasado y las cargas que portaba el cohete impactaron en el polígono de Kurá, en la península de Kamchatka, a miles de kilómetros del lugar de su lanzamiento.
De los quince ensayos del Bulavá que se han efectuado hasta ahora solo ocho han sido considerados total o parcialmente exitosos.
El misil R30 3M30 Bulavá-30 (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN) tiene un alcance de 8.000 kilómetros y formará parte del armamento de los submarinos nucleares rusos de última generación.
-EFE-
"El lanzamiento desde el "Yuri Dolgoruki" debió efectuarse el sábado, pero no se realizó debido a un problema con el suministro eléctrico en uno de los sistemas del sumergible", declaró una fuente de Sevmashzavod a la agencia rusa Interfax.
Agregó que los técnicos del astillero efectúan una serie de pruebas para esclarecer las causas del desperfecto. "En este caso no hay ningún problema con el misil. Todas las verificaciones previas al lanzamiento confirmaron que la totalidad de sus sistemas estaban a punto", puntualizó.
El del sábado debía ser el segundo lanzamiento de un Bulavá desde el ‘Yuri Dolgoruki’, proyecto 955 (código Borey), sumergible de última generación para el que fue diseñado especialmente este misil intercontinental.
El primero, con éxito, tuvo lugar el 26 de junio pasado y las cargas que portaba el cohete impactaron en el polígono de Kurá, en la península de Kamchatka, a miles de kilómetros del lugar de su lanzamiento.
De los quince ensayos del Bulavá que se han efectuado hasta ahora solo ocho han sido considerados total o parcialmente exitosos.
El misil R30 3M30 Bulavá-30 (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN) tiene un alcance de 8.000 kilómetros y formará parte del armamento de los submarinos nucleares rusos de última generación.
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