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sábado, 21 de abril de 2012

Pareja de lesbianas libra batalla legal para inscribir a su hija en el Registro Civil de Ecuador


EFE).- Una pareja de lesbianas inglesas, que residen desde hace cinco años en Ecuador, libran una batalla legal en este país para inscribir a su hija, de cuatro meses de edad y concebida por inseminación artificial.
Un vacío legal ha impedido a estas dos mujeres inscribir legalmente a su primogénita en el Registro Civil.
Se trata de ciertas diferencias entre la Constitución aprobada en el 2008, en la que se reconoce la igualdad de derechos de las personas homosexuales, con la legislación vigente de la agencia de identificación.
Si bien la Constitución “reconoce la familia en sus diversos tipos”, el Registro Civil tan sólo permite que los recién nacidos sean inscritos con el apellido de un hombre y de una mujer o con los de la madre soltera.
Pero ninguno de estos es el caso de Satya Amani Bicknell Rothon, quien llegó al mundo en diciembre de 2011 en el seno de una pareja de lesbianas.
Helen Bicknell, una de sus mamás, explicó a Efe que la niña “legalmente no existe”, por lo que no puede acceder a servicios básicos como la salud, tener cédula o carné de identidad o ir a visitar a sus abuelas, quienes residen en Inglaterra.El Registro Civil no contempla que la niña sea inscrita con el apellido de las dos madres, por lo que la bebé actualmente no está oficialmente reconocida.
Bicknell y Nicola Rothon residen hace cinco años en Ecuador, donde legalizaron su unión de hecho con la que, según la Constitución, tienen “los mismos derechos y obligaciones que tienen las familias constituidas mediante matrimonio”.
La Carta Magna ecuatoriana establece que el matrimonio sea entre hombre y mujer y que la unión de hecho de una pareja se forme “entre dos personas libres de vínculo matrimonial que formen un hogar de hecho”.
Bicknell dijo lamentar que en su caso no se aplique ese postulado de la Constitución, que también da la opción de elegir el nombre y los apellidos de los recién nacidos.
Por eso la pareja presentó una acción de protección para la niña, para que se la pueda registrar, y el próximo miércoles 25 de abril se realizará una primera audiencia en Quito.
“Para mi es obvio tener este vínculo con la bebé y para que ella pueda crecer en una familia y saber claramente que esas son mis madres y no hay confusión”, resaltó Bicknell.
Pese a las diferencias entre la Constitución y la normativa del Registro Civil, tanto Patiño como Bicknell se muestran optimistas de que la audiencia les sea favorables.Carla Patiño, directora nacional de Protección de Derechos Humanos y de la Naturaleza de la Defensoría del Pueblo, quien apoya a las británicas en el caso, aseguró que el problema recae en que la Constitución fue aprobada en el 2008, mientras que la ley del Registro Civil es de 1978 y no contempla “la doble maternidad”, por lo que no está acorde con la nueva Carta Magna.
Si la acción de protección no es favorable, Bicknell anunció que elevaran el caso a la Corte Constitucional.
Para Patiño, este también podría ser un caso “de discriminación” y por el hecho de ser dos mujeres, porque en otras ocasiones se han registrado niños con el apellido de hombres que no son sus padres biológicos.
Uno de los problemas más graves, según Patiño, es que si se inscribe a la bebé sólo con el nombre de una de las madres, en el caso de que ésta muriera, tendría que ser dada en orfandad, porque no se reconoce el derecho de la otra persona como su progenitora.
“La familia está constituida de esta manera, independientemente si Ecuador la reconoce o no, esta niña nació en esta familia, va crecer y se va a desarrollar en esta familia y nosotros como Estado lo que estaríamos haciendo es disminuir sus derechos”, dijo Patiño.
Esta no es la primera vez que dos leyes ecuatorianas entran en conflicto, pues la Defensoría del Pueblo presentó otra acción de protección para una niña que no ha sido registrada, porque los padres decidieron que su primer apellido fuera el de la madre, algo que permite la Constitución, pero no el Registro Civil, dijo Patiño.
Pese a todas las adversidades, Bicknell, a quien nunca le falta una sonrisa, no pierde las esperanzas y asegura que con su pareja quieren tener otro bebé. EFE