El papa Francisco recordó hoy a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro que "no hay límite alguno a la misericordia divina, que se ofrece a todos", y pidió que repitieran esa frase con él.
Antes del rezo del Ángelus, el papa Bergoglio quiso insistir especialmente en ese mensaje, que pronunció varias veces y luego de nuevo tras la tradicional oración dominical: "recordad bien, no hay límite alguno a la misericordia divina que se nos ofrece a todos nosotros".
El papa argentino quiso que los reunidos para escuchar el Ángelus repitieran ese mensaje en voz alta antes de la oración.
Se trata de una idea que el papa Bergoglio ya expresó el pasado 23 de marzo, cuando en una ocasión similar aseguró que "la misericordia es más grande que el prejuicio".
Francisco envió hoy este mensaje a las decenas de miles de fieles que abarrotaban la Plaza de San Pedro en el quinto domingo de Cuaresma y a quienes recordó el episodio bíblico de la resurrección de Lázaro por parte de Jesús.
Lo hizo para ilustrar además "hasta dónde puede llegar la gracia de Dios, y por lo tanto hasta dónde puede llegar nuestra conversión, nuestro cambio".
"Nuestra resurrección comienza aquí: cuando decidamos obedecer la orden de Jesús saliendo a la luz, a la vida, cuando caigan de nuestros rostros las máscaras y reencontremos el valor de nuestro rostro original, creado a imagen y semejanza de Dios", dijo el papa.
El pontífice invitó a los fieles a "salir" de una vida "falsa, egoísta y mediocre", utilizando el ejemplo del episodio de la resurrección de Lázaro, y dijo que esa situación, que comparó con una "prisión", se produce porque "los pecados nos han metido en una tumba" de la que les instó a emerger.
EFE