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jueves, 16 de julio de 2015

Desde Barcelona: la obra inconclusa de Gaudí la termina su gente

Nota de Prensa).- Barcelona es una de las ciudades europeas que más turismo atrae para España, bien sea por su excelente clima en verano o por el peculiar valor que le añaden a la ciudad sus habitantes, quienes aman ser catalanes, tener su propio dialecto y cultura, que defienden a cada instante.
En esta ciudad uno de los sitios que recibe más de 2 millones de visitas al año es el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, una obra monumental a la que se le llega desde una estación del metro de la L5 que tiene su mismo nombre.
Este templo es tan emblemático porque es obra de uno de los ciudadanos de Barcelona más respetado y querido, el arquitecto Antoni Gaudí, quien se dedicó a la obra luego de que otros encargados tuvieran visiones diferentes sobre la misma. Gaudí la tomó para él y la hizo su obra máxima, volviéndola un icono de la expresión del Modernismo en España y Europa.
Lamentablemente un accidente de tránsito le arrebató la vida a Gaudí antes de que pudiera terminar su obra hacia 1882, desde entoncesha pasado algo mágico con este templo. Apenas murió Gaudí su obra pasó desconocida, y su genialidad oculta.
Pero estudios arquitectónicoshechos en Japón y otros países europeos renovaron el nombre del catalán.
Este edificio inmenso tiene 18 torres cónicas elevadas que se estrechan en su altura,todas ellas le dan una sensación ascendente al templo. Perola mayor genialidad que dejó Gaudí en esta construcción es la forma artística del uso de la geometría, con columnas de doble giro, hiperboloidespara los techos, paraboloides hiperbólicos, helicoides y elipsoides, pero de todos ellos sobresale es el uso de la curva catenaria, misma que se usa para los puentes colgantes.
La curva catenaria tiene un detalle magistral, es más resistente que todas sus similares ante sismos y pesos de la estructura porque reparte la carga.
Esto ha llevado a que todos los arquitectos actuales admiren la obra de Gaudí, y por ende la de sus maestros y alumnos, muchas de sus estructuras se encuentran por toda Barcelona.
Si bien Gaudí comenzó la construcción de La Sagrada Familia nunca pudo terminarla, pero el interés de la comunidad catalana ha hecho que ocurra un milagro, con mucho empeño popular y organización la gente comenzó a terminar la obra de Gaudí según sus planos originales y proyecciones.
La entrada a la iglesia y el aporte de más de 2 millones de turistas que le visitan están haciendo posible que el majestuoso templo esté tentativamente listo para el año 2019.
Gaudí siempre amó a la naturaleza, pasó mucho de su tiempo libre visitando formaciones rocosas, cuevas y acantilados. Aprendiendo de la madre tierra principios que usaría en todas sus obras. Y esta acción de su pueblo es una forma noble de reconocer todo su aporte por el desarrollo urbano de una de las capitales más importantes de Europa.