El último libro del científico británico Stephen Hawking, "El Gran Diseño", plantea que "no hace falta un Dios para la creación del Universo", sino que surgiría de leyes físicas con distintos universos que aparecerían como fluctuaciones cuánticas espontáneas de un vacío primordial.
La mayoría de esos universos sería de tamaño microscópico y de duración inferior a la billonésima de segundo, con leyes físicas diferentes a las del Universo, dice Hawking en esta obra recién editada en castellano.
"El hecho de que nuestro Universo parezca milagrosamente ajustado en sus leyes físicas, para que pueda haber vida, no sería una demostración concluyente de que el Universo ha sido creado por Dios con la intención de que la vida exista, sino que sería resultado del azar".
Así lo explicó a Efe el traductor de la obra, el catedrático de Física de la Materia Condensada David Jou, de la Universidad Autónoma de Barcelona, para quien esta obra de Hawking es científicamente "apasionante" pese a que él discrepa respecto a algunas de las conclusiones del astrofísico.
Jou opina que las conclusiones de Hawking sobre la no existencia de Dios son "precipitadas", ya que se basan en "teorías provisionales", y añade que la ciencia es "neutra" sobre la existencia de Dios y otros problemas metafísicos.
Hace 22 años, en su libro "Breve historia del tiempo", Hawking veía en la racionalidad de las leyes cósmicas una "mente de Dios" y pensaba en un universo único regido por dicha "mente".
Hawking cree ahora que las propias leyes físicas producen los universos, sin necesidad de que un Dios exterior a ellas "prenda fuego" a las ecuaciones y haga que sus soluciones matemáticas adquieran existencia material.
Así, aquella "mente que regía nuestro mundo" se pierde en la lejanía de esa multiplicidad cósmica, según el traductor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario