Reuters).- El candidato de la oposición venezolana,Henrique Capriles, marginó el jueves a uno de sus colaboradores más cercanosal que diputados oficialistas acusaron de corrupción usando como prueba vídeos de una cámara oculta, en un duro golpe para la campaña a tres semanas de las elecciones presidenciales.
Los legisladores mostraron imágenes editadas en las que se ve a Juan Carlos Caldera, representante de Capriles ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), recibiendo un sobre blanco de una persona que le pide acordar una cita entre su “jefe” -a quien no se identifica en el video- y Capriles.
En un segundo vídeo, Caldera y el otro hombre aparecen nuevamente, en lo que parece ser una sala, hablando sobre la solicitud de una cita para que un empresario -que no identifican- conozca al candidato opositor.
Al final del diálogo, se ve a Caldera introduciendo fajos de dinero en un sobre grande.
Caldera da la cara
Caldera dijo en rueda de prensa que recibió dinero de Wilmer Ruperti, un conocido empresario privado cercano al chavismo, quien estaba interesado en financiar su campaña para la alcaldía de un populoso municipio de Caracas y en conocer al líder opositor Capriles.
“El tiempo nos dará la razón, el tiempo nos permitirá dejar las cosas claras y como toda tempestad, al principio es muy dura pero luego llega la calma. Siempre la verdad sale adelante”, dijo el político, quien detalló que el dinero entregado asciende a 40.000 bolívares (9.300 dólares al cambio oficial).
“No tiene nada de malo, de irregular (recibir dinero), es la dinámica electoral pedir apoyo electoral”, agregó.
Capriles expulsa a Caldera de la campaña
Minutos después de difundirse el vídeo, Capriles se apresuró a desligarse del acusado.
“El diputado Juan Carlos Caldera queda fuera de este proyecto“, dijo el candidato presidencia.
“Él (Caldera) no tiene el derecho de utilizar mi nombre, y ninguna otra persona tiene el derecho de utilizar mi nombre para obtener beneficios personales”, sentenció en rueda de prensa.
El incidente que salpica a Capriles ocurre en momentos en que al menos dos políticos identificados con la oposición cambiaron de bando, acusando un plan para un “paquetazo neoliberal” con aumentos de precios generalizados y la supresión de programas sociales, de lograr la presidencia.
Chávez desvincula al Gobierno del video
El diputado oficialista Julio Chávez, quien no es familiar del presidente Hugo Chávez, aseguró al presentar el video que ni el Gobierno ni los organismos de seguridad estuvieron involucrados en las grabaciones y que la filmación llegó a su poder de manos de personas descontentas con la oposición.
La voz e imagen del interlocutor de Caldera fueron distorsionadas intencionalmente, pero luego el propio diputado opositor dijo que se trata de Luis Peña, jefe de seguridad de Ruperti.
El jefe del comando de campaña del presidente Chávez, Jorge Rodríguez, acudió al CNE a solicitar que el vídeo fuera investigado en busca de pruebas de soborno, corrupción o ilícitos en el financiamiento de la campaña del contendor.
La campaña se calienta
La campaña, que se había estado desarrollando sin mayores sobresaltos, se ha empezado a calentar a medida de que se acerca la cita electoral.
Las denuncias sobre Caldera opacaron las acusaciones de un ex magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, que huyó del país en marzo, quien dijo que Chávez le ordenó condenar a prisión a siete ex policías acusados de participar en el breve golpe que sacó a Chávez del poder en 2002.
Declaración de Aponte Aponte
El abogado del ex magistrado Eladio Aponte, quien fue cercano a Chávez, leyó desde Miami una declaración jurada firmada por su defendido, quien está cooperando con una entidad elite antinarcóticos de Estados Unidos para intentar levantar cargos contra aliados del presidente.
“Es un deber inaplazable confesar ante ustedes, y ante todos, que he cometido el pecado de haber transmitido a los jueces que los juzgaron, la orden de condenarles a 30 años de prisión a como diera lugar. Yo estaba cumpliendo instrucciones directas del presidente Hugo Chávez”, escribió Aponte.
En los últimos días el presidente Chávez advirtió que de no ser elegido, Venezuela podría entrar en una guerra civil y el miércoles la campaña se tornó violenta cuando simpatizantes de ambos bandos se enfrentaron a golpes y piedras, en el interior del país.
Capriles acusó directamente a Chávez por los hechos.
Encuestas dan la ventaja a Chávez
A semanas de las cruciales elecciones del 7 de octubre, Capriles ha acelerado el paso para intentar acortar la distancia con el popular mandatario que gobierna el país petrolero desde 1999. Y, a pesar de que en la polarizada Venezuela los números de las encuestadoras difieren diametralmente, Chávez encabeza la mayoría de las más conocidas.
Sin embargo, en las últimas mediciones la brecha que lo separa de Capriles se ha venido estrechando y dos sondeos los colocan palmo a palmo dejando espacio para que ambos crean que su victoria es posible.
