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domingo, 14 de julio de 2013

Arreaza destaca la lucha de José María Korta Lasarte por los pueblos indígenas

El vicepresidente de la República, Jorge Arreaza,a tres días del fallecimiento de José María Korta Lasarte, sacerdote vaso y jesuita, fue recordado por Arreaza a través de una carta pública en la que destaca la labor de Korta en la defensa de los pueblos indígenas.
Carta pública ante la desaparición física del Hermano Korta
Hay un camino que nos lleva a la plenitud en la vida. Uno al servicio de los demás, en la construcción de un mundo más justo. Esa fue la ruta que tomó José María Korta Lasarte.
Más que vasco, que jesuita, un ser humano al servicio de otros. No de cualquiera. Consagró su paso por este mundo a entender y respetar a los pueblos originarios de nuestra patria. Sin pretensiones, sin simulacros, recatos o imposición. Se dedicó a construir desde el reconocimiento, el respeto y el diálogo con esa cultura, y de esta misma forma se le retribuyó con el respeto sublime que sólo puede entregar un pueblo culto como pocos en su propia cosmogonía trascendental.
El “Hermano Korta”, así conocido entre sus allegados, hizo aportes fundamentales, sobre todo voluntad y entrega, para construir un espacio maravilloso en el corazón de un territorio y varios pueblos: la Universidad Indígena de Venezuela.
Utopía reconocida por la sensibilidad de un gigante: El Comandante Supremo Hugo Chávez, quien la consagró ante el país como un espacio para el saber, para el desarrollo de un conocimiento distinto y asociado a la raíz más profunda de nuestra patria. Esta universidad, que busca rescatar la tradición que tienen todos nuestros pueblos indígenas, reconoce su relación con el territorio, la energía y la esperanza vibrante de la naturaleza; fue su morada de los últimos años. Su acción pertinaz e impertérrita, nos enseña de alguna forma que, más que incorporar a nuestros pueblos originarios a la lógica y “civilización”, debemos procurar los espacios reflexivos desde los cuales nuestros hermanos y hermanas, primeros moradores de nuestra tierra, semilla de nuestra patria, logren reencontrarse con todo aquello que los define y determina como hombres y mujeres capaces de comparecer ante la vida con la férrea dignidad de quien asume su camino.
También nos enseñó que la descolonización es un aprendizaje práctico y constante, que nos interpela cotidianamente cuando nos relacionamos con el mundo.
Korta deja un legado de entrega hacia el prójimo, una senda de sacrificio que se comparece a lo mejor de la vida de Jesús. En su vocación de entender las necesidades del pobre se rescata buena parte del apostolado cristiano que abrazo en la forma más pura, la más transparente. Desde ese sitio también asumió una impronta innegable de comprensión por la necesidad de los más desvalidos.
La partida de José María Korta Lasarte nos compromete como pueblo, como Gobierno Revolucionario, a asumir de forma integral, humana y diáfana, nuestra relación con los pueblos originarios, a profundizar el camino que abrió el Comandante Hugo Chávez. Reconocer los derechos, la sabiduría y la sensibilidad latente que proviene de lo más profundo de nuestra historia. Ser humildes para entender la profunda inteligencia que late en el corazón mismo de nuestra génesis. Rindamos un tributo a la vida de un gran hombre que echó su suerte a andar con los pobres originarios de nuestra tierra, parafraseando al poeta. ¡Honor y gloria!
Asimismo, rindió tributo al Generalísimo Francisco de Miranda, por la conmemoración este domingo del 197º aniversario de su muerte en La Carraca, España.
A través su cuenta Twitter, @jaarreaza, el vicepresidente escribió: “El inmenso Francisco de Miranda muere en la carraca, prisión imperial, el 14 de julio de 1816. Hoy sus luchas nos acompañan e iluminan!”.
Quien fuera el Precursor de la Independencia de Venezuela e Hispanoamérica nació en Caracas, el 28 de marzo de 1750 y murió el 14 de julio de 1816, a los 66 años de edad, en el calabozo del penal de las Cuatro Torres del arsenal de la Carraca, en San Fernando, España.
Miranda desplegó sus armas en continentes como África, Europa y América y fue combatiente activo en los tres acontecimientos más importantes de su época: la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa y la Independencia de Hispanoamérica.