Mosquiteros de cama tratados con insecticidas podrían ser una simple forma de erradicar la filariasis, una enfermedad tropical parasitaria que amenaza a casi 1.400 millones de personas en el mundo, según una investigación publicada este miércoles.
Los investigadores cuyo estudio aparece en la revista New England Journal of Medicine confirmaron que estos mosquiteros reducen la transmisión de la filiariasis linfática o elefantiasis, a niveles indetectables, incluso en ausencia de un tratamiento médico.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 120 millones de personas sufren de filariasis en el mundo, un tercio de ellos personas desfiguradas o inválidas por esta infección provocada por los gusanos filarias transmitidos por mosquitos y que afectan al sistema linfático.
"Nuestro estudio demuestra la importancia de integrar este tipo de medida en una estrategia global para eliminar la filariasis linfática", explica James Kazura, profesor de la facultad de medicina de la Universidad Case Western Reserve, el principal autor del estudio.
Esta investigación sigue la realizada hace diez años en Papúa Nueva Guinea para evaluar la seguridad y eficacia de administrar anualmente tratamientos antifilariasis a habitantes de cinco localidades durante cinco años.
Estos investigadores demostraron que esta estrategia casi elimina los parásitos en las poblaciones sin poder detener en cambio su transmisión por parte de los mosquitos.
Las pruebas demostraron que los niveles de parásitos continuaban siendo elevados en estos insectos alrededor de las localidades hasta diez años después de que los habitantes hubieran tomado su último tratamiento contra la enfermedad.
Fue en este momento cuando éstos últimos recibieron gratuitamente mosquiteros de cama en el marco de los esfuerzos del país para luchar contra la malaria.
En los 36 meses que siguieron, el doctor Kazura y su equipo observó una gran disminución del número de picaduras de mosquito infectadas por persona. La tasa descendió efectivamente de 325 por año a 0, precisan los médicos. Finalmente concluyeron que la transmisión había cesado totalmente hasta que no pudieron encontrar mosquitos en todas las localidades y los alrededores portadores del parásito.
Los mosquiteros tratados con insecticida son ampliamente utilizados en zonas que padecen filariasis o malaria.
Los dispositivos impiden a los mosquitos de sexo femenino picar para lograr la sangre que necesitan para la reproducción. Además, los insecticidas reducen a la mitad la vida de los mosquitos, por lo que no pueden vivir el suficiente tiempo para que los parásitos que portan sean capaces de transmisión.AFP
Los investigadores cuyo estudio aparece en la revista New England Journal of Medicine confirmaron que estos mosquiteros reducen la transmisión de la filiariasis linfática o elefantiasis, a niveles indetectables, incluso en ausencia de un tratamiento médico.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 120 millones de personas sufren de filariasis en el mundo, un tercio de ellos personas desfiguradas o inválidas por esta infección provocada por los gusanos filarias transmitidos por mosquitos y que afectan al sistema linfático.
"Nuestro estudio demuestra la importancia de integrar este tipo de medida en una estrategia global para eliminar la filariasis linfática", explica James Kazura, profesor de la facultad de medicina de la Universidad Case Western Reserve, el principal autor del estudio.
Esta investigación sigue la realizada hace diez años en Papúa Nueva Guinea para evaluar la seguridad y eficacia de administrar anualmente tratamientos antifilariasis a habitantes de cinco localidades durante cinco años.
Estos investigadores demostraron que esta estrategia casi elimina los parásitos en las poblaciones sin poder detener en cambio su transmisión por parte de los mosquitos.
Las pruebas demostraron que los niveles de parásitos continuaban siendo elevados en estos insectos alrededor de las localidades hasta diez años después de que los habitantes hubieran tomado su último tratamiento contra la enfermedad.
Fue en este momento cuando éstos últimos recibieron gratuitamente mosquiteros de cama en el marco de los esfuerzos del país para luchar contra la malaria.
En los 36 meses que siguieron, el doctor Kazura y su equipo observó una gran disminución del número de picaduras de mosquito infectadas por persona. La tasa descendió efectivamente de 325 por año a 0, precisan los médicos. Finalmente concluyeron que la transmisión había cesado totalmente hasta que no pudieron encontrar mosquitos en todas las localidades y los alrededores portadores del parásito.
Los mosquiteros tratados con insecticida son ampliamente utilizados en zonas que padecen filariasis o malaria.
Los dispositivos impiden a los mosquitos de sexo femenino picar para lograr la sangre que necesitan para la reproducción. Además, los insecticidas reducen a la mitad la vida de los mosquitos, por lo que no pueden vivir el suficiente tiempo para que los parásitos que portan sean capaces de transmisión.AFP