La economía latinoamericana y caribeña creció casi el 2,5 % el primer semestre del año en comparación con el mismo periodo de 2012, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Si bien hubo en repunte en el segundo trimestre, en varios países de la región el crecimiento promedio de los primeros seis meses del año ha sido menor que el de 2012, precisó la Cepal en un informe difundido en Santiago de Chile.
Es el caso, por ejemplo, de las economías de Chile, Perú y México, así como de algunos países centroamericanos como Panamá o República Dominicana.
En el lado opuesto, países suramericanos exportadores de productos agropecuarios como Brasil, Argentina o Uruguay lograron un mayor ritmo de crecimiento.
Según el organismo de Naciones Unidas, el repunte del segundo trimestre se debió al crecimiento de la inversión, apoyada en buena medida por el sector de la construcción, y la recuperación parcial de las exportaciones de bienes y servicios en varios países.
La desaceleración en la generación de empleo se mantuvo el primer semestre del año, aunque el índice de desempleo se situó en el 6,6 % en la región, una décima menos en comparación con el mismo periodo de 2012.
Si bien hubo en repunte en el segundo trimestre, en varios países de la región el crecimiento promedio de los primeros seis meses del año ha sido menor que el de 2012, precisó la Cepal en un informe difundido en Santiago de Chile.
Es el caso, por ejemplo, de las economías de Chile, Perú y México, así como de algunos países centroamericanos como Panamá o República Dominicana.
En el lado opuesto, países suramericanos exportadores de productos agropecuarios como Brasil, Argentina o Uruguay lograron un mayor ritmo de crecimiento.
Según el organismo de Naciones Unidas, el repunte del segundo trimestre se debió al crecimiento de la inversión, apoyada en buena medida por el sector de la construcción, y la recuperación parcial de las exportaciones de bienes y servicios en varios países.
La desaceleración en la generación de empleo se mantuvo el primer semestre del año, aunque el índice de desempleo se situó en el 6,6 % en la región, una décima menos en comparación con el mismo periodo de 2012.
En el contexto internacional, la Cepal aseguró que en los primeros seis meses del año "se aprecian los primeros indicios de que el deterioro de la economía mundial comienza a detenerse", tras varios años de caídas sostenidas de los principales indicadores macroeconómicos.
La Cepal identifica dos tendencias mayoritarias de políticas fiscales y monetarias adoptadas por los países que se vieron más afectados por la crisis financiera mundial que estalló en 2008.
En Europa, Estados Unidos y Japón se apostó por políticas fiscales para reducir las brechas existentes en ese ámbito.
Además, Estados Unidos se inclinó también por los estímulos monetarios, sobre todo de la Reserva Federal, para promover la compra de activos del sector privado a cambio de liquidez, señaló la Comisión.
Estas medidas tuvieron efectos diferenciados en América Latina y el Caribe, donde se produjo una contracción de las exportaciones y menores precios de las materias primas, así como una caída del dinamismo del turismo, asociado en parte a las políticas fiscales contractivas.
Por otro lado, el aumento de la liquidez internacional hizo aumentar los flujos de capitales hacia los mercados emergentes de la región, lo que provocó la apreciación de las divisas latinoamericanas, explicó la Cepal.
En este contexto internacional, donde se vislumbran indicios de recuperación económica pero se mantiene la incertidumbre, la Cepal propone a los países de la región impulsar "pactos sociales" para la inversión.
Se trata de "acuerdos sociopolíticos" que involucren al Estado, al sector privado y a las organizaciones sociales para que mediante arreglos institucionales, y con políticas de corto y largo plazo, se favorezca la aportación de recursos para diversificar la estructura productiva, ahonda la Cepal.
Añade que a corto plazo se debe recurrir a las reservas internacionales para reforzar la confianza en el sistema y prevenir salidas abruptas de capitales.
A mediano y largo plazo el organismo aconseja "aceptar el cambio gradual" hacia una depreciación de las monedas de la región, que permitirá recuperar parte de la competitividad perdida por los sectores sujetos al intercambio comercial.
La Cepal identifica dos tendencias mayoritarias de políticas fiscales y monetarias adoptadas por los países que se vieron más afectados por la crisis financiera mundial que estalló en 2008.
En Europa, Estados Unidos y Japón se apostó por políticas fiscales para reducir las brechas existentes en ese ámbito.
Además, Estados Unidos se inclinó también por los estímulos monetarios, sobre todo de la Reserva Federal, para promover la compra de activos del sector privado a cambio de liquidez, señaló la Comisión.
Estas medidas tuvieron efectos diferenciados en América Latina y el Caribe, donde se produjo una contracción de las exportaciones y menores precios de las materias primas, así como una caída del dinamismo del turismo, asociado en parte a las políticas fiscales contractivas.
Por otro lado, el aumento de la liquidez internacional hizo aumentar los flujos de capitales hacia los mercados emergentes de la región, lo que provocó la apreciación de las divisas latinoamericanas, explicó la Cepal.
En este contexto internacional, donde se vislumbran indicios de recuperación económica pero se mantiene la incertidumbre, la Cepal propone a los países de la región impulsar "pactos sociales" para la inversión.
Se trata de "acuerdos sociopolíticos" que involucren al Estado, al sector privado y a las organizaciones sociales para que mediante arreglos institucionales, y con políticas de corto y largo plazo, se favorezca la aportación de recursos para diversificar la estructura productiva, ahonda la Cepal.
Añade que a corto plazo se debe recurrir a las reservas internacionales para reforzar la confianza en el sistema y prevenir salidas abruptas de capitales.
A mediano y largo plazo el organismo aconseja "aceptar el cambio gradual" hacia una depreciación de las monedas de la región, que permitirá recuperar parte de la competitividad perdida por los sectores sujetos al intercambio comercial.
EFE