Rreuters-un aumento en los impuestos a la extracción de crudo para incrementar los ingresos estatales dañará la producción de petróleo, dijo el viernes el jefe del cuarto productor de Rusia, que percibe dificultades para mantener los volúmenes el año próximo.
Alexander Dyukov, jefe de Gazprom Neft, indicó también que mantendría sus planes en Venezuela y que Lukoil, su socio en el consorcio Junin-6, le había ofrecido vender su participación en la compañía tras decir que abandonaría el país.
"Obviamente, la maniobra fiscal nos obligará a cambiar los planes para la producción. Vamos a tratar de mantenerlos, pero será difícil", dijo Dyukov a los periodistas.
El directivo se refería a los planes fiscales para aumentar el presupuesto estatal, en un momento de mayor gasto y con una economía que está encontrando dificultades.
Los planes consideran un incremento al impuesto a la extracción, pero un recorte en las tarifas de exportación. El parlamento aprobó los cambios pero aún tienen que ser convertido en ley con la firma del presidente Vladimir Putin.
Dyukov dijo que la compañía espera que la producción de hidrocarburo de este año aumente un 4 por ciento a 62 millones de toneladas de petróleo equivalente.
El ojo puesto en Venezuela
Gazprom Neft es una de las empresas que se verán más duramente golpeadas debido a su alta exposición a la refinación de petróleo. Dyukov dijo que decenas de depósitos con una producción total de hasta 2 millones de toneladas al año (40.000 barriles por día) pasarían a no ser rentables debido a los cambios impositivos. Los analistas criticaron al Gobierno por tener una inconsistente política impositiva.
En Venezuela, dijo que su compañía se mantendría en Junin-6 debido a su alta rentabilidad. Agregó que la compañía estaba examinando la oferta de venta de Lukoil, el segundo productor de crudo de Rusia, que quiere abandonar el proyecto.
Venezuela es el mayor exportador de crudo de Sudamérica, pero las compañías extranjeras han enfrentado controles de precios y devaluaciones junto con amenazas de nacionalización. Algunas compañías rusas, al igual que otras firmas, han decidido abandonar el país.
Un consorcio compuesto por Rosneft, Gazprom Neft y Lukoil posee un 40 por ciento de Junin-6, que comenzó la producción en septiembre del 2012, mientras que la estatal venezolana PDVSA posee el 60 por ciento.