EFE).- El venezolano Alí Rodríguez Araque, que el 22 de
agosto traspasará la secretaria general de la Unasur al expresidente
colombiano Ernesto Samper, dijo hoy que el eje del organismo debería ser la transformación interna de los recursos naturales de la región.
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) “corre siempre el peligro de convertirse en un organismo burocrático;
por eso, en mi caso, he planteado insistentemente la necesidad de
definir una estrategia, una política y un plan que tenga como eje
rector, en mi opinión, una política común en materia de recursos
naturales”, dijo.
Rodríguez explicó en una entrevista dominical en el canal Televen que el bloque debe definir políticas que permitan optimizar “la fase extractiva de los recursos naturales” y a la vez “su transformación dentro de la región”.
“Es decir, desarrollar conjuntamente procesos de industrialización, desarrollos científicos y tecnológicos” y al mismo tiempo dar respuesta a la financiación de esos requerimientos.
Estos son “cuatro grandes aspectos de una misma estrategia” para
“darle sustancia” a la integración de Suramérica aprovechando lo que
“tenemos en nuestras manos”, subrayó.
“No somos potencia industrial ni tecnológica (…); la
gran fuerza de la región radica en la enorme reserva de recursos
naturales de la que dispone, en todos los órdenes. Aquí está alojada
literalmente la tabla periódica. ¿Qué mineral no tiene esta región?
Además, tenemos bosques, agua, tierra, de todo”, insistió.
Rodríguez apuntó a que la actual explotación de los recursos naturales en Suramérica “tiene un carácter semi colonial”,
lo que se caracteriza con la llegada de capitales extranjeros “que se
llevan las materias primas” para que luego “nosotros importemos
productos elaborados”.
Los miembros de la Unasur son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia,
Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
La Unasur fue creada en 2008 para dar impulso a la integración
regional en materia de energía, educación, salud, ambiente,
infraestructura, seguridad y democracia, y Samper ha dicho que su reto
será convertirla en un “bloque de opinión política”; es decir, una
autoridad internacional de peso en asuntos globales.
El venezolano debió dejar el cargo en agosto de 2013, pero se ha mantenido en funciones porque hasta ahora no se había logrado el consenso necesario para elegir a su sucesor.