Un fuerte terremoto de 6,5 grados en la escala abierta de Richter afectó este domingo a una zona remota de la provincia de Yunnan, en el suroeste chino, y dejó 221 muertos, más de cien desaparecidos y unos 1.400 heridos.
El terremoto, el peor que sufre Yunnan en 14 años, se produjo a las
16.30 hora local (08.30 GMT), con el hipocentro a unos 12 kilómetros de
profundidad y el epicentro en el condado de Ludian, un territorio que
tiene 439.000 habitantes y que pertenece a la ciudad de Zhaotong.
La
zona afectada por el sismo es al parecer un aérea alejada y
exclusivamente agrícola, con viviendas vulnerables y de antigua
construcción.
El movimiento telúrico se llegó a sentir
en otras zonas, como las ciudades de Kunming, la capital provincial, o
Chongqing, Leshan y Chengdu, en la provincia vecina de Sichuan, según
medios locales.
Las autoridades han enviado 2.500 militares y
más de 700 policías y bomberos que forman equipos de rescate, con los
que trabajan también una docena de perros que tratan de encontrar
supervivientes entre los escombros a pesar de la lluvia que cae en
Ludian y que dificulta la tarea.
Además, el Ejecutivo ha
transportado 2.000 tiendas de campaña, 3.000 camas plegables, 3.000
mantas y 3.000 abrigos a la región, más otros productos básicos que ha
llevado la Cruz Roja de China.
La mayoría de muertes y heridos
se produjeron en el condado donde se ubicó el epicentro, donde se busca a
los más de cien desaparecidos, pero también se registraron fallecidos
en el condado vecino de Qiaojia y Huize.
Según datos de las autoridades, más
de 12.000 casas se derrumbaron por el sismo y unas 30.000 se vieron
dañadas, sobre todo aquellas de vieja construcción y muchas
residenciales.
En el condado de Ludian, los servicios
de comunicaciones y electricidad han sido restablecidos después de estar
todo el día cortados, mientras que el transporte ya ha podido ser
restablecido en este condado y en las conexiones con otros.
No
obstante, la carretera que llega hasta la aldea donde se registró el
epicentro, en el condado de Ludian, sigue cortada, aún dañada por un
corrimiento de tierras anterior al seísmo de hoy.
En las
fotografías que los testigos han comenzado a publicar en internet se
aprecian viviendas derruidas y calles sin asfaltar sepultadas por restos
de paredes y vehículos destrozados, además de muros agujereados.
EFE