El precio de la vivienda nueva cayó en julio en el 90 por ciento de las ciudades chinas en comparación con el mes anterior, según datos publicados hoy por la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS) del país.
Los datos muestran que el precio las viviendas comerciales de nueva construcción -no se tienen en cuenta las viviendas de protección oficial- han caído en 64 de las 70 ciudades analizadas y solamente crecieron en dos, la cifra más baja desde enero de 2011, cuando se cambió la metodología para calcular los datos.
El Gobierno chino no ofrece un porcentaje global de variación de precios para el conjunto del mercado inmobiliario del país, pero publica los cambios interanuales e intermensuales de los precios en las setenta principales ciudades.
Así, el número de ciudades que han visto descender los precios del sector ha ido subiendo durante los últimos tres meses: en mayo fueron 35 -la mitad de las analizadas-, en junio 55 y en julio se ha llegado al máximo histórico de 64.
Las dos únicas ciudades chinas que han experimentado aumentos en el precio de la vivienda han sido la urbe costera de Xiamen (0,2 por ciento) y Dali (0,1 por ciento), mientras que han caído en las metrópolis de Pekín (1,3 por ciento), Shanghái (1,4 por ciento) y Cantón (1,3 por ciento), siempre en comparación con el mes de junio.
De forma interanual, 65 de las 70 ciudades siguen registrando subidas en los precios del sector. La mayor subida se registró en Xiamen (provincia de Fujian), con un 7,2 por ciento, mientras que la bajada más fuerte fue en Wenzhou, situada en la provincia de Zhejiang, con un 4,9 por ciento.
La Oficina de Estadísticas publicó hace pocos días que las ventas de viviendas en China cayeron un 10,5 por ciento interanual durante el mes de julio, algo que, junto con los datos conocidos hoy, muestran el claro enfriamiento del mercado inmobiliario del país.
En los últimos años, las autoridades chinas han puesto en marcha varias medidas para controlar el alza de los precios de la vivienda ante el peligro de que se creara una temida burbuja inmobiliaria.
Actualmente, sin embargo, China cuenta un exceso de oferta de viviendas y las operaciones han disminuido debido a la ralentización de la economía del país.
Según los analistas, este frenazo es uno de los factores que más presionan a la baja el crecimiento de la economía china, que lleva trimestres de ralentización debido a las reformas estructurales para cambiar su modelo de crecimiento económico.
Ante la caída de las ventas, 37 de las 46 ciudades que durante los últimos años habían establecido restricciones a la compra de viviendas, como los límites a la adquisición de segundas residencias, han ido eliminando estas barreras a la compra.
China, segunda economía mundial, creció un 7,4 por ciento durante los primeros seis meses de 2014, un periodo en que la actividad económica del país sufrió durante los primeros meses pero se avivó en el segundo trimestre por la puesta en marcha de medidas de estímulo fiscal dirigidas a las pequeñas y medianas empresas.
EFE