Corea del Norte ha condenado a 10 años de trabajos forzados por espionaje a Kim Dong-chul, el surcoreano nacionalizado estadounidense detenido en el país asiático desde el pasado mes de octubre.
El pasado mes de marzo, durante una rueda de prensa organizada por el hermético país, el hombre confesó que intentó robar secretos militares y nucleares de Pyongyang en colaboración con surcoreanos.
La sentencia de Kim, de 62 años, llega poco más de un mes después de que el régimen liderado por Kim Jong-un anunciara la condena a 15 años de trabajos forzados del otro estadounidense que permanece bajo detención en el país, Otto Frederick Warmbier.
El joven fue condenado por el Tribunal Supremo norcoreano por intentar sustraer un cartel de propaganda política del hotel en el que se hospedaba en Pyongyang, después de que a finales de febrero reconociera públicamente su "delito" en una confesión que podría haber sido forzada por las autoridades norcoreanas.
Además de los casos de Warmbier y Kim, el pastor canadiense Hyeon Soo-Lim permanece encarcelado en Corea del Norte cumpliendo una condena de cadena perpetua por cometer actos hostiles contra el régimen.EFE