Las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares o respiratorias, son la principal causa de mortandad en el mundo, responsables del 63% de los 57 millones de muertes totales que se registraron en 2008, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"La mayoría de estos 36 millones de muertes se deben a patologías cardiovasculares o respiratorias, diabetes o cáncer", señaló la responsable del departamento de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de la OMS, Leanne Riley, en la presentación en Ginebra del informe, en el que figura el perfil de los 193 países miembros de la OMS en relación con estas enfermedades.
Las enfermedades cardiovasculares fueron las responsables del 48% de esas muertes, el cáncer del 21%, los problemas respiratorios del 12% y la diabetes del 3%.
Riley explicó que el motivo por el cual estas enfermedades son la principal causa de mortandad en el mundo es porque en los últimos treinta años se ha impuesto un estilo de vida mucho más sedentario y cambios en la dieta, en la que predominan los azúcares, las grasas saturadas y la sal, lo que provoca problemas de salud como colesterol, tensión alta y altos niveles de azúcar en sangre.
"El índice medio de masa corporal se ha duplicado en la mayoría de los países en tan sólo treinta años y los casos de sobrepeso han crecido notablemente", precisó.
Del total de muertes por enfermedades no transmisibles, 9 millones se produjeron en menores de 60 años y el 90% de estas muertes prematuras ocurrieron en países de bajos ingresos, donde la gente presenta hasta el triple de probabilidades de morir con menos de sesenta años.
Según explicó, en los países en desarrollo este tipo de enfermedades se suelen detectar más tarde y los tratamientos no siempre están al alcance de todo el mundo, por lo que los más perjudicados suelen ser los sectores más pobres de la población.
"Este porcentaje de muertes antes de los 60 implica también la pérdida de adultos en edad de trabajar, es decir, de fuerza productiva para el país", precisó.
El director de la Iniciativa anti-tabaco de la OMS, Douglas Betcher, explicó que la incidencia de estas enfermedades es también un grave problema económico, ya que los países gastan miles de millones de dólares en tratamientos contra las enfermedades no transmisibles.
Por ello, Betcher aseguró que estas enfermedades son una de las mayores amenazas para la economía mundial y la seguridad financiera, por lo que consideró "urgente" seguir avanzando en la prevención de estas enfermedades, la mayoría de las cuales se evitan cambiando malos hábitos.
"Los países que más han invertido en programas de prevención y campañas de concienciación entre la población son los que mejores resultados han obtenido en aspectos como reducir el colesterol o la tensión entre la población", indicó, por su parte, Riley, quien destacó el caso de Finlandia, como uno de los países que más han reducido el impacto de enfermedades cardiovasculares.
Respecto al tabaco, Betcher destacó los grandes logros de las campañas emprendidas en países como Turquía y Uruguay, en los que la prevalencia del tabaco se redujo hasta un 25% entre 2006 y 2009.
Insistió en la importancia de que los países de bajos ingresos realicen campañas de prevención entre la población, ya que son baratas y a la larga ahorran millones de dólares en tratamientos médicos.
"Ahora mismo los mayores consumidores de tabaco y de comida basura están en los países más pobres, ya que las compañías de estos productos se centran ahora en esos mercados, menos regulados y donde no hay tanta concienciación sobre sus peligros", explicó.
Sin embargo, no se trata sólo de cambiar hábitos, ya que en los países más pobres, a menudo, resulta mucho más barato comer comida basura, con alto contenido en sales y grasas saturadas, que adquirir frutas y verduras en los mercados, matizó el responsable de la OMS.
EFE