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domingo, 2 de noviembre de 2014

La Llora: un baile con influencia española, indígena y africana que caracteriza a la parroquia Zuata

( AVN).- Ciudad de La Victoria y la parroquia Zuata, en el estado Aragua se convierten en la capital cultural de Venezuela, este domingo 2 de noviembre, para celebrar el Baile de La Llora, patrimonio cultural del estado y una de las máximas expresiones culturales de la zona central del país.
“El Baile de La Llora es mi vida, mi aire, mi respiración, mi aliento”. Así define Fanny Morillo, esta manifestación tradicional que se celebra el 2 de noviembre de cada año, Día de los Santos Difuntos, en la población de La Victoria y con especial arraigo en la parroquia Zuata, en el municipio Ribas.
Morillo, miembro fundadora del Colectivo Cultural La Llora, tiene más de 40 años danzando al son del popular baile. Desde los 14 años de edad se inició en esta expresión dancística, propia de los valles de Aragua, que reúne ritmos e instrumentos propios de la cultura española, indígena y africana.
“Bailar Llora me quita las dolencias, las enfermedades que me aquejan desaparecen, es como un resurgir del alma. Cada año que bailo es un poquito más de vida que me regala Dios”, manifestó Fanny Morillo en entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) quien este domingo disfrutará de esta celebración que se realizará en la populosa parroquia Zuata y en La Victoria.
Este año no es la excepción y, como cada 2 de noviembre, se reúnen bailadores y bailadoras de todo el país en el Encuentro Nacional de Llora, que se celebra en la plaza Ribas de La Victoria y en la plaza Bolívar de Zuata, donde colectivos culturales de 15 estados del país dicen presente.
Para Morillo, La Llora es única en Venezuela, “no existe manifestación cultural en el país que reúna la variedad de ritmos, danzas e instrumentos musicales que intervienen en el desarrollo de las piezas musicales que componen el popular baile”.

El Baile

Se trata de una danza que combina el joropo, el vals, el merengue y el golpe,formada por seis piezas: La Sambainina, La Vaca, El Oso, La Chispa, El San Juan y La Magdalena, El Palito, y el Aguacerito de Dios, está última pieza es propia de Zuata, y refleja el descanso de los bailadores mientras ingerían bebidas espirituosas al ritmo de la música venezolana.
Toda la pieza musical criolla dura entre ocho y 15 minutos, dependiendo del ritmo y pasión que le impriman los músicos y bailadores, los cuales están en dos círculos: uno, reservado para los bailadores y el otro para los músicos.
En el popular baile participan tanto hombres como mujeres, trajeados con vestimenta típica. Los hombres trajeados de camisa y pantalón blanco, con pañuelo de color rojo en el cuello, sombrero y alpargatas. Las mujeres no se quedan atrás, también lucen faldas anchas, floreadas, con blusa blanca, manga tres cuarto y abundante faralao, y una flor de cayena que adorna la cabeza.

Origen

El origen de la Llora, algunos investigadores se lo atribuyen a la época prehispánica, por la influencia que tiene la danza en los gritos de guerra indígenas y el uso de instrumentos musicales como el carángano, propio del continente africano, y herencia española por el baile del joropo valseado.
Se presume que el origen de este popular baile radique en las tradiciones aborígenes porque los bailadores danzan en forma de círculo, alrededor de una mata de plátano, en dirección contrario a las agujas del reloj.
En los valles de Aragua la manifestación cultural está arraigada desde la llegada de los españoles, sin embargo, no existe una fecha exacta sobre la aparición de esta expresión folclórica que incorpora el uso del cuatro, la guitarra, el contrabajo, las maracas, el tambor, la mandolina y el carángano.
La Llora, como genuina expresión de la música tradicional venezolana, se baila en La Victoria, San Mateo, Cagua y el Consejo, sin embargo, la fiesta principal se realiza en la plaza Bolívar de la parroquia Zuata, donde se reúnen bailadores y bailadoras de todo el país e invitados internacionales que danzan hasta la media noche del 2 de noviembre.
En la manifestación cultural participan agrupaciones de trayectoria y todo aquel que quiera bailar Llora. No existe distinción de edad, ni sexo para dejarse llevar por el contagioso ritmo del joropo valseado.
En estas fiestas el popular sancocho no puede faltar y es por ello que en la parroquia Zuata se prepara el gustoso sancocho para brindar a bailadores y bailadoras, que agotados por la larga faena, reanudan sus energías para seguir bailando casi hasta el amanecer.
Fanny Morilo comentó que el sancocho se comienza a preparar desde un día antes y se pone a la leña, mientras los bailadores van danzando. “Ahí le damos sopa a todos los presentes, tanto invitados como oriundos de estas tierras aragüeñas”.

Herramienta pedagógica

La gran celebración de La Llora, el 2 de noviembre, está precedida por un importante cronograma de actividades que este año iniciaron con el Encuentro Pedagógico Baile La Llora en la Unidad Educativa Nacional Bolivariana Rubén Darío, en La Victoria.
La actividad, que se realiza por sexto año consecutivo, reunió a 30 instituciones educativas del municipio Ribas entre públicas y privadas, además del Taller Especial Laboral del municipio Santos Michelena, quien asistió en calidad de invitado.
Las profesoras Jazmín Yépez y Taide Ferrai, destacaron que el encuentro permite dar a conocer la manifestación en los más pequeños, “para que nuestros niños, niñas y jóvenes tengan cada vez mayor amor por nuestra cultura y nuestras raíces”.
Para efectuar este encuentro, durante todo el año escolar se llevan a cabo actividades pedagógicas y talleres sobre la Llora, en las instituciones educativas de la jurisdicción de Ribas, donde está expresión cultural comunitaria forma parte de la formación académica.
En el desfile de carrozas, efectuado entre La Victoria y Zuata, también participan estudiantes de todos los planteles educativos de la localidad. Este año participaron más de 300 alumnos de 52 instituciones educativas, que recorrieron las principales calles y avenidas de La Victoria, hasta llegar a la plaza Bolívar de Zuata.
En ese espacio que reúne a bailadores y bailadoras, se inauguró la Feria Artesanal y la Feria Gastronómica, que ofrece variedad de platos típicos para degustar y un sinfín de creaciones de los artesanos, que reflejan el paisaje y costumbres aragüeñas.
Estas actividades son organizadas por el Colectivo Cultural La Llora de Zuata, que tiene más de 40 años al frente de esta manifestación y reúne a distintas agrupaciones como Vera Grupo Musical, investigadores y docentes que hacen de la Llora parte de su vida, como es el caso de Fanny Morillo.
FIN/AVN/IC/RY