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jueves, 25 de diciembre de 2014

Los demócratas sueñan con una coalición que les mantenga en la Casa Blanca

(Atlanta, 25 de diciembre. AP) - Tras la reelección de George W. Bush en el 2004, los republicanos se ufanaban de haber creado una “mayoría permanente”. Hoy en día, son los demócratas quienes sueñan con ver una “coalición a favor de Obama” que les mantenga invictos en la Casa Blanca.
Sin embargo, en las recientes elecciones legislativas no les fue muy bien a los demócratas y fueron los republicanos quienes avanzaron a nivel del Congreso, gobernaciones y concejos municipales a lo largo y ancho del país.
Entonces, ¿qué ocurrirá con ese péndulo en el 2016? ¿Acaso está atascado de tal manera que un bando tiene asegurada la victoria? ¿Será que la falta de popularidad de Obama condenará a su partido? ¿O será que el pueblo estadounidense, cada vez más heterogéneo, optará de nuevo por un demócrata?“La idea de que la demografía favorece permanentemente a uno u otro partido es totalmente falsa”, dijo el analista republicano Wes Anderson. “Tal como (el entonces asesor de Bush, Karl) Rove estaba equivocado con esa retórica de ‘mayoría permanente’, los demócratas deben recordar que el péndulo se mueve hacia los dos lados”.
A pesar de la derrota de los demócratas en las legislativas, muchos de sus activistas están entusiasmados con la posición que tienen de cara a las elecciones del 2016. Ruy Teixeira, un demógrafo demócrata, señala que hay un conjunto de estados cargados con 242 votos electorales en total que siempre desde 1992 han favorecido al candidato presidencial demócrata. Si los demócratas los mantienen, les faltarían apenas 28 votos para ganar la elección.
En sus dos elecciones Obama logró acumular por lo menos 332 votos electorales al ganarse casi todos los estados más importantes. Gozó de ventajas de dos dígitos entre las mujeres, los jóvenes, los negros y los hispanos.
Debido a que las minorías raciales siguen creciendo como parte del electorado, si el próximo candidato demócrata mantiene el mismo apoyo que el que tuvo Obama en el 2012 entre los diversos grupos demográficos, ganaría fácilmente, estima Teixeira.
“¿Podrá ganar un republicano? Claro que sí, pero tendrían que ocurrir varias cosas favorables a ellos”, dijo Teixeira.
Pero los republicanos podrían mejorar en cuanto a las minorías étnicas. Al fin y al cabo, en el 2012 Obama perdió terreno entre las minorías comparado con el 2008 con lo que se convirtió en el primer presidente desde la Segunda Guerra Mundial en ser reelegido con un voto popular menor al de su primera elección.
Y un candidato republicano como Jeb Bush, que habla español y favorece una reforma migratoria, podría obtener mucho más que el 27% del voto hispano que recaudó Mitt Romney en el 2012. Entretanto, los republicanos esperan que los afroamericanos, ahora que Obama no será candidato, conformarán una proporción menor del electorado.
Por Bill Barrow