Lo Último

.

.

domingo, 31 de enero de 2016

Las Haciendas y la UE ponen coto a la impunidad fiscal de las tecnológicas

La impunidad tributaria de las grandes firmas tecnológicas que eluden el pago de miles de millones de impuestos mediante ingeniería fiscal puede tener los días contados. El ataque les viene de todos los frentes, porque tanto las Haciendas nacionales como las instituciones internacionales (UE y OCDE) han decidido poner coto a estas prácticas. Bruselas ha anunciado la puesta en marcha de medidas drásticas para cortar de raíz estas artimañas que le cuestan 70.000 millones al año. Y países como Italia o Reino Unido actúan por sí mismos y acaban de imponer multas millonarias a Apple y Google. Frente a ellas, la Hacienda española apenas ha actuado y prefiere una solución concertada internacional a aplicar sanciones ejemplarizantes.


Apple presumió esta semana de un nuevo récord de ventas. Pero también pulveriza otra marca de la que no presume tanto: apenas paga impuestos. La creadora del iPhone como casi todas las grandes tecnológicas y firmas de Internet emplea a fondo la ingeniería fiscal para eludir el pago de tributos, en particular en Europa. Pero tanto los Estados como las instituciones están dispuestos a acabar con esas prácticas.
Sede central de Google en Mountain View. rn Bruselas va tomar cartas en el asunto y ha anunciado que aprobará una directiva que obligará a las multinacionales a pagar por los beneficios en los países donde se generen, y a informar de las ganancias y los impuestos pagados en cada país, una información que se compartirá por todos los Estados. También se hará un listado de países que rechacen jugar limpio.
“Esos 70.000 millones de euros se sacan de los hospitales, de las escuelas, de la seguridad y de muchas otras políticas. Los soportan los contribuyentes y las compañías europeas que sí contribuyen con su parte justa. El resultado es que las empresas locales sufren una carga fiscal un 30% superior a la de las multinacionales y esto ya no lo vamos a tolerar más”, ha señalado el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
Por eso, hay Estados que no están dispuestos a esperar a que la pesada máquina burocrática comunitaria se ponga en marcha y han decidido actuar por su cuenta. El más activo es el Gobierno italiano. La Hacienda de aquel país le ha reclamado esta semana a Google 227 millones de euros por impuestos atrasados de entre 2009 y 2013. No es la primera medida que toma. El pasado 30 de diciembre, la filial italiana de Apple llegó a un acuerdo con Hacienda para desembolsar 318 millones de euros por el impago del impuesto de sociedades de cinco ejercicios.Pero estas medidas deben ser aprobadas por el Consejo Europeo, que representa a los Gobiernos de los 28, y superar las reticencias de países como Holanda, Luxemburgo e Irlanda que, gracias a la laxitud de su fiscalidad, atraen a las sociedades instrumentales a través de las cuales las multinacionales evaden el pago de tributos.
De la misma forma, Google ha llegado este mes a un pacto con la Hacienda británica por el que pagará 130 millones de libras esterlinas (172 millones de euros) en concepto de impuestos atrasados en Reino Unido entre 2005 y 2015.
Curiosamente los métodos empleados por Apple y Google en Italia y Reino Unido para eludir impuestos son idénticos a los que ambas firmas usan en España para tributar una cantidad ridícula en relación a sus beneficios reales. Pero la Agencia Tributaria española prefiere esperar a que se solvente la legislación comunitaria que a actuar directamente como Italia.
Los siete grandes grupos tecnológicos (Apple, Amazon, Twitter, Microsoft, Ebay, Google y Facebook) declararon unas pírricas ganancias en España de 48 millones de euros en el ejercicio fiscal de 2014, por los que pagaron impuestos de 18,3 millones de euros. En realidad, sus beneficios se elevan a miles de millones pero los trasladan a sociedades extranjeras actuando en España como meros comisionistas.
La pasividad de la Hacienda española ante esta racanería fiscal de las multinacionales se pone de manifiesto en que ni siquiera ha abierto una inspección a Apple o a Google. Solo en algún caso, ha impuesto alguna sanción,como el caso de Microsoft a la que le reclama 30 millones de euros. “El fraude y la evasión fiscal internacional requiere de una respuesta coordinada y multinacional”, señala un portavoz de Hacienda.EL PAIS