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sábado, 9 de abril de 2016

Defensoría del Pueblo rechazó declaraciones del vocero del Departamento de Estado de EE UU


(Caracas, 09 Abril. AVN).- La Defensoría del Pueblo de la República Bolivariana Venezuela, a través de un comunicado, manifestó su enérgico rechazo a las recientes declaraciones injerencistas del vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mark Toner, con las que pretendió descalificar las instituciones venezolanas.
Esas declaraciones, calificadas como una intromisión en asuntos internos del país, se distancian “del espíritu de respeto que debe imperar en las relaciones entre países democráticos del continente americano“, recalca en el comunicado, que fue publicado este sábado.
A continuación comunicado íntegro:
La Defensoría del Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, como institución que tiene a su cargo la promoción, vigilancia y defensa de los derechos y garantías establecidos en la Constitución de la República y en los tratados internacionales de derechos humanos, impugna las declaraciones emitidas por el vocero del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Mark C. Toner, ya que las mismas reinciden en la política de intromisión en los asuntos internos de Venezuela que ha caracterizado al gobierno de los Estados Unidos en los últimos años, distanciándose del espíritu de respeto que debe imperar en las relaciones entre países democráticos del continente americano.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos no es un ente calificado para hacer seguimiento ni dar opinión sobre el cumplimiento o no de los tratados internacionales de Derechos Humanos por la comunidad de naciones. Por el contrario, su historial de apoyo a dictaduras, golpes de Estado, invasiones y regímenes al margen del derecho internacional, así como la práctica sistemática de la tortura, la ejecución extrajudicial y la utilización de centros de detención clandestinos que realiza los EEUU a lo ancho del mundo, hacen que carezca de cualquier autoridad moral para emitir opinión al respecto.
La declaración hecha por el vocero del Departamento de Estado, desnaturaliza la realidad de la situación de derechos humanos en Venezuela, y desconoce el trabajo de las instituciones del Estado venezolano a los fines de garantizar los derechos de las personas detenidas y procesadas por el sistema de justicia venezolano.
La Defensoría del Pueblo realiza permanentemente un trabajo de seguimiento a todas las personas detenidas en los lugares de reclusión del país, y ha recibido a los familiares y abogados de las personas detenidas y procesadas por estar incursas en hechos contrarios a la ley vinculados con las protestas de 2014 y otros hechos de violencia ocurridos en el país.
El trabajo de seguimiento de nuestra institución ha servido para solicitar medidas sustitutivas de libertad por razones de salud y libertades condicionales para numerosos ciudadanos, las cuales han sido acordadas por el Poder Judicial en el marco del principio de cooperación entre los poderes. Todas las personas detenidas tienen acceso a sus abogados semanalmente, así como visitas de sus familiares 2 veces por semana.
Destacamos que los organismos de Naciones Unidas como los del Sistema Interamericano de Derechos Humanos han manifestado su rechazo a las denominadas leyes de autoamnistía por ser contrarias al derecho internacional de los derechos humanos y cercenar los derechos a la justicia y a la verdad.
La Defensoría del Pueblo participará como órgano del Poder Ciudadano en la creación de una Comisión de la Verdad que permita conocer todas las visiones sobre los hechos de violencia que han acarreado muertes, daños materiales y personas lesionadas, individualizar a las víctimas y responsables y presentar ante el país la verdad de los hechos. Sólo a partir del conocimiento de la verdad y el reconocimiento de los hechos será posible alcanzar el perdón y la reconciliación.
La Defensoría del Pueblo reitera su rechazo a la violencia y reafirma su llamado a la pazy al respecto de los caminos democráticos para la solución de las disputas políticas que surgen en el escenario de una democracia de alta intensidad como la venezolana.