Este sábado, se presentaron varias manifestaciones en algunas ciudades de Francia, contra la reforma laboral proyectada por el Estado, con situaciones irregulares, donde resultaron heridos 3 agentes y 19 civiles.
En Rennes (oeste), donde participaron unas 1.700 personas, según la policía, se produjeron altercados entre las fuerzas del orden y los manifestantes.
Las autoridades locales habían prohibido el acceso al centro histórico de esta ciudad, uno de los centros más activos de la contestación, donde ya se produjeron altercados en precedentes jornadas de acción.
Varios jóvenes trataron de forzar el paso y las fuerzas del orden los dispersaron con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras.
En París, varios miles de personas comenzaron a desfilar hacia las 2 y 30 de la tarde, con pancartas en las que aparecían eslóganes como "Game-over, el pueblo se despierta", o simplemente "No".
Pese a la determinación de los convocantes, las marchas parecían menos numerosas que el pasado 31 de marzo, cuando 390 mil personas salieron a la calle, según la policía.
Estos últimos apuntaban a las vacaciones escolares como motivo de la menor asistencia.
"Evidentemente, para los estudiantes que están de vacaciones, las formas de movilización cambian", señaló William Martinet, líder de la Unef, el principal sindicato estudiantil en Francia.AFP