China ha aprobado formalmente este sábado dos esperadas resoluciones, la relajación de la política del hijo único y la abolición de los campos de reeducación. Ambas decisiones han sido tomadas por la Asamblea Nacional Popular, el máximo órgano legislativo, tras una semana de deliberaciones y un mes y medio después de que el Partido Comunista Chino (PCCh) lo anunciara.
A partir de ahora, algunas parejas podrán tener un segundo hijo, en un intento del presidente, Xi Jinping, de relajar el control de la población para ayudar a contrarrestar una fuerza laboral en declive. Bajo la nueva política, las parejas podrán tener dos hijos si uno de los padres es hijo único. Antes, una pareja sólo podía tener un segundo hijo si ambos padres eran hijos únicos.
La decisión fue tomada por el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional durante su reunión bimensual, informa la agencia oficial Xinhua. El comité también votó a favor de abolir el sistema de reeducación con campos de trabajo, conocidos como laojiao. La resolución refleja un reconocimiento del Gobierno a la ira generalizada por este sistema de detención administrativa, que permite a la policía encarcelar sin juicio durante cuatro años a arrestados por delitos menores. Esta decisión hará que aquellos bajo penas de laojiao sean puestos en libertad, informa Xinhua.
El sistema, inspirado en el modelo soviético, data de mediados de los años cincuenta, y surgió originalmente para encarcelar a “contrarrevolucionarios”, “capitalistas” y críticos con el Gobierno comunista de Mao Zedong. Pero, más tarde, fue extendido a autores de otros delitos, prostitutas o drogadictos. También se utiliza contra activistas políticos y religiosos, y miembros del movimiento de inspiración budista Falun Gong, ilegalizado a finales de la década de 1990.
Según el Ministerio de Justicia, en 2008 había en China 160.000 personas internadas en un total de 350 de estos centros. La cadena de televisión pública CCTV eleva el número a 310.000, en 310 centros.
El nuevo Gobierno, encabezado por Xi y el primer ministro Li Keqiang, están acelerando una revisión de políticas del Partido Comunista, que se originaron durante o poco después del mandato de Mao. Los cambios fueron anunciados el mes pasado, tras una reunión del Partido Comunista que decidió la dirección que seguirá el país durante la próxima década, y marca la reforma política más amplia desde los años noventa.
La política del hijo único, puesta en marcha después de la muerte de Mao en 1976, estaba destinada a aliviar la pobreza y controlar el rápido crecimiento de la población, pero también ha hecho que disminuya la capacidad laboral china. Durante los últimos años, muchos demógrafos han advertido a los líderes chinos de que se avecina una crisis laboral debido a la disminución de las tasas de natalidad, y han instado a los líderes a comenzar a resolver la situación inmediatamente. El número de personas que entran en la fuerza laboral se está reduciendo, al mismo tiempo que la tercera edad va en aumento.
Pérdida de fuerza laboral
Entre 2010 y 2030, se espera que la fuerza laboral de China pierda 67 millones de trabajadores, según las proyecciones de Naciones Unidas. La tasa de natalidad de China se ha reducido a entre 1,5 y 1,6 hijos por pareja, informa Xinhua. La población activa tuvo 3,45 millones de personas menos en 2012 y se reducirá ocho millones cada año después de 2023. China está planeando aumentar la edad de jubilación por primera vez desde los años cincuenta para ayudar a aliviar la escasez de mano de obra.
Los gobiernos provinciales deberán tomar sus propias decisiones relacionadas con la implementación de la medida, teniendo en cuenta “ la situación demográfica local”, dice la resolución, según Xinhua. La nueva política ayudará a que la fuerza de trabajo china mantenga un tamaño razonable, se ralentice el envejecimiento de la población y dinamice la economía, declaró Wang Peian, subdirector de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, el mes pasado, según la revista Caixin.
Al mismo tiempo, los estudios de la comisión indican que no hay muchas parejas que cumplen los nuevos criterios, así que no habrá cambios repentinos en la población a corto plazo, según Wang. Algunos expertos estiman que con la nueva política habrá uno o dos millones de nacimientos más al año. Planificadores familiares dicen que China ha evitado 400 millones de nacimientos desde 1980.
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