A mediados de noviembre, Lulz Security Peru hackeó las páginas web de la Presidencia y de la Policía Nacional, nada más conocerse que Oscar López Meneses, operador del exasesor de inteligencia Vladimiro Montesinos -preso por corrupción, narcotráfico y homicidio- se beneficiaba de un fuerte resguardo policial. La protesta virtual ha continuado, pues pocas horas antes de la nochebuena, los hacktivistasfiltraron unos 100 archivos privados después de atacar el servidor de correo electrónico del ministerio del Interior.
Algunos son mensajes confidenciales e informes de inteligencia de los temas que más complican el Gobierno de Ollanta Humala: los conflictos sociales causados por la minería, la investigación sobre los contactos de López Meneses, las acciones contra el terrorismo, e, incluso, el pase al retiro de altos jefes policiales después de la crisis de noviembre a causa de la protección policial al montesinista.
LulzSecPeru -@lulzsecperu, una división de Anonymous Perú- no solo abrió correos electrónicos dirigidos al actual ministro del Interior, Walter Albán -quien tiene unos 40 días en el cargo- sino también al anterior, Wilfredo Pedraza; los del director de Inteligencia del ministerio; y los de otros funcionarios del mismo sector.
LulzSec filtró los archivos comprimidos en formato rar mediante un servicio de archivo en la nube llamado Mega. De ellos, una gran cantidad son capturas de pantalla de fragmentos de los correos a los que tuvieron acceso, mientras que otros son notas de inteligencia –documentos con sello de reservado– que relatan el seguimiento que realizan agentes de la Dirección General de Inteligencia (Digimin) del ministerio del Interior policía a siete dirigentes de la sierra norte de Perú (Cajamarca y Ayabaca-Piura) que se oponen a proyectos mineros. Uno de ellos es el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos; otro es Marco Arana, un político de izquierda a quien la iglesia peruana le obligó a dejar el sacerdocio cuando decidió crear un partido político y salvaguardar el medio ambiente.
Entre las fotos, han llamado la atención de los usuarios de redes sociales las imágenes de una pizarra blanca donde están escritos los apellidos de altos oficiales que podrían pasar al retiro esta semana. Se trata de cinco listas propuestas al ministro a mediados de noviembre, explicó Walter Albán a la prensa en Lima, intentando minimizar la divulgación de los nombres. El diario La República publicó hoy viernes que Albán ha propuesto al presidente retirar del servicio a 600 policías -320 por corrupción, entre ellos, los altos oficiales involucrados en la protección ilegal que recibió López Meneses desde 2012-.
El jueves, el ministerio del Interior difundió un comunicado en el que expresó su “enérgica condena a la interceptación” de la que fue objeto su servidor, y anunció que su procurador denunciará penalmente a quienes resulten responsables “de estos graves hechos” . Sin embargo, no hay identidades conocidas de los miembros de LulzSec Perú. Interior no negó la veracidad del material filtrado a internet, pero indicó que “no existen elementos de juicio suficientes para afirmar la veracidad de los contenidos de tales comunicaciones”.
Anoche LulzSec Perú explicó cómo violó el servidor del ministerio de Interior y copió los correos electrónicos, y criticó su falta de seguridad informática. En un tuit comparó además el sistema informático con el ministerio: “limpio por fuera y sucio por dentro”.
La división de Anonymous Perú hackeó el 18 de noviembre la página web de la Policía Nacional y el 16 del mismo mes la de la Presidencia, y en ambos casos criticó la corrupción que retrató López Meneses acompañando a jefes policiales en ceremonias o en coordinaciones con oficiales del Ejército que operaban en el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Por este motivo, el asesor presidencial de seguridad, Adrián Villafuerte, uno de los hombres de la mayor confianza de Ollanta Humala, dejó el cargo, y el viceministro de Interior, Iván Vega, también presentó su renuncia. Algunos expertos en seguridad como el exministro Fernando Rospigliosi, aseguran que quienes tomaban las decisiones acerca de Defensa e Interior eran Villafuerte y Vega y no los ministros; este último fue nombrado pocos días después viceministro de Defensa.
Estas revelaciones con información reservada ocurren en un contexto de cambios en la jerarquía militar: hoy fue nombrado nuevo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas el general del Ejército Benigno Cabrera, exjefe de Ollanta Humala en la base contrasubversiva Madre Mía en la selva central en la década de los 90. Cabrera reemplaza al almirante José Cueto Aservi, afectado por declaraciones de jefes policiales, quienes sostienen que de él procedió la orden para dar protección policial a la casa de López Meneses. El jueves una nueva norma dispuso que el cargo del jefe del Comando Conjunto podía ser ocupado por tres años, cuando la anterior permitía solo un plazo máximo de dos años.
EL PAIS