Un coronel de la reserva del Ejército brasileño y su esposa fueron arrestados en la madrugada de este sábado cuando se dirigían hacia Río de Janeiro en una autocaravana en la que escondían cerca de 350 kilos de marihuana, informaron fuentes oficiales.
La pareja fue detenida en un retén montado por la Policía Federal brasileña en la carretera entre las ciudades de Petrópolis y Río de Janeiro a la altura del distrito de Xerem.
El oficial de la reserva, de 56 años, y su esposa, de 49, que no fueron identificados, residen en un acomodado barrio en la zona oeste de Río de Janeiro, según informó la Policía Federal.
La marihuana, al parecer procedente de Paraguay, fue hallada por un perro policial entrenado para buscar drogas en un fondo falso de la casa rodante, en la que, según la Policía Federal, el coronel de la reserva acostumbraba dejar colgado a la vista un uniforme militar para intentar intimidar a los responsables de las inspecciones.
Las autoridades también se incautaron de una pistola calibre .380 sin registro, por lo que el oficial retirado será acusado de porte ilegal de armas, además de porte y tráfico de estupefacientes, delito este último por el que puede ser condenado a una pena de hasta 15 años de prisión.
El coronel fue conducido por la Policía Federal a la sede del Comando Militar del Este, el principal cuartel del Ejército en Río de Janeiro y donde tendrá que permanecer detenido hasta que la justicia se pronuncie sobre su situación.
La pareja fue detenida en un retén montado por la Policía Federal brasileña en la carretera entre las ciudades de Petrópolis y Río de Janeiro a la altura del distrito de Xerem.
El oficial de la reserva, de 56 años, y su esposa, de 49, que no fueron identificados, residen en un acomodado barrio en la zona oeste de Río de Janeiro, según informó la Policía Federal.
La marihuana, al parecer procedente de Paraguay, fue hallada por un perro policial entrenado para buscar drogas en un fondo falso de la casa rodante, en la que, según la Policía Federal, el coronel de la reserva acostumbraba dejar colgado a la vista un uniforme militar para intentar intimidar a los responsables de las inspecciones.
Las autoridades también se incautaron de una pistola calibre .380 sin registro, por lo que el oficial retirado será acusado de porte ilegal de armas, además de porte y tráfico de estupefacientes, delito este último por el que puede ser condenado a una pena de hasta 15 años de prisión.
El coronel fue conducido por la Policía Federal a la sede del Comando Militar del Este, el principal cuartel del Ejército en Río de Janeiro y donde tendrá que permanecer detenido hasta que la justicia se pronuncie sobre su situación.
EFE