El teólogo disidente suizo Hans Küng ha pedido, tras la renuncia del sumo pontífice Benedicto XVI por razones de salud, que los futuros papas abandonen de manera automática su cargo cuando cumplan los 75 años de edad.
"Uno asume que el papa es una persona y sigue siendo una persona, así como que su cargo no es un sacramento y por ello tiene carácter temporal", afirma Küng en declaraciones hoy al rotativo Passauer Neuen Presse.
A su juicio, la limitación de edad para obispos establecida en el Concilio Vaticano II debe ser aplicable también al obispo de Roma, a su vez sumo pontífice.
"El obispo de Roma se convirtió en una excepción, según me explicó entonces el cardenal Suenens, autor de la propuesta, porque el cardenal tenía miedo de que esa iniciativa no lograra una mayoría en el concilio", comenta el teólogo disidente.
Hans Küng elogia a Benedicto XVI por su decisión de renunciar, con la que ha dado una clara señal de lo que debe ser un papa moderno y que debe ser contemplada como una "desmitificación" del cargo.
Asimismo considera que un candidato no europeo tiene posibilidades de suceder a Benedicto XVI aunque no debería ser "un africano o latinoamericano romanizado".
"Se ha visto también en el caso de (Josef) Ratzinger que perjudica que un alemán sea más romano que los propios romanos. Ese peligro existe también con un no europeo", afirma el teólogo suizo.
EFE