Un tribunal egipcio condenó hoy a diez años de cárcel a dos policías acusados de torturar hasta la muerte en junio de 2010 al joven bloguero Jaled Said, que se convirtió en un icono de la revolución contra el régimen de Hosni Mubarak (2011).
Fuentes judiciales explicaron a Efe que el fallo emitido contra el suboficial Mahmud Salah Mahmud y el sargento Auad Ismail Soliman por el Tribunal Penal de Alejandría (norte) es apelable.
Los dos agentes, que pertenecían a la comisaría de Sidi Gaber, en Alejandría, fueron condenados por detención improcedente, uso excesivo de la violencia y maltrato físico.
Durante la sesión, presidida por el magistrado Auad Jalifa, se produjeron tensiones con los familiares de los acusados, que denunciaron presiones de ciertos sectores contra la corte.
Los policías ya habían sido condenados en octubre de 2011 a siete años de cárcel por otro tribunal, que los encontró culpables de torturar hasta la muerte a Said, pero la Corte de Casación anuló el fallo en diciembre de 2012 y ordenó la repetición del juicio.
En junio de 2013, la Corte Penal de Alejandría puso en libertad a Mahmud y Soliman por haber superado el plazo máximo de prisión preventiva, estipulado en 35 meses.
Durante el primer juicio, una comisión médica creada para revisar los informes periciales sobre la autopsia del cadáver de Said declaró que el joven bloguero murió el 7 de junio de 2010 por asfixia al serle introducido en la garganta un envoltorio de marihuana mientras estaba inconsciente.
Esta versión contradecía la sostenida por las autoridades, que siempre defendieron que fue Said quien se tragó el envoltorio y que las lesiones sufridas no fueron la causa de su fallecimiento.
Jaled Said fue detenido por agentes de paisano cuando se encontraba en un cibercafé en Alejandría.
El caso del bloguero encendió las redes sociales, y la página web "Todos somos Jaled Said" sirvió como plataforma de intercambio de opiniones políticas entre los internautas egipcios, los mismos que meses más tarde salieron a las calles para pedir la renuncia de Mubarak.
EFE