(Katmandú, 02 de mayo. EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó hoy que al menos el 95% de los centros de salud de Nepal han quedado muy dañados o destruidos y un 30% de los grandes hospitales están inservibles tras el terremoto que tuvo lugar hace una semana.
El coordinador de los equipos médicos extranjeros de la OMS en Nepal, Ian Norton, afirmó a Efe que hay diferentes organizaciones llegando a los sectores más golpeados por el terremoto en Dhunche, con 20 toneladas de equipos para montar un hospital de campaña.
“De los 12 hospitales del distrito, los principales, tres están destruidos y uno tiene daños que lo hacen inservible”, indicó Norton.
Explicó que en este momento hay suficientes equipos médicos extranjeros en el país, alrededor de 80, 70 de ellos ya trabajando sobre el terreno.
Sin embargo lamentó que algunos grupos hayan llegado sin equipamiento al país, que es“realmente lo que hace falta”, dijo.
Norton añadió que están tratando de extender la atención primaria en las zonas a las que aún no llegaron los servicios de emergencia e ir restableciendo la atención primaria a lo ancho del valle de Katmandú.
“Ahora lo que nos preocupa es el control de enfermedades”, señaló, al explicar que están atentos a los brotes de diarrea, neumonía y otras enfermedades ligadas con la falta de higiene y la lluvia de los últimos días.
El Ministerio del Interior nepalí difundió hoy los últimos datos relativos al número de víctimas y situó el total de fallecidos en 6.621 personas y el de heridos en 14.566, aunque con el acceso a las zonas más remotas esta cifra aumentará.
El Consorcio de Reducción de Riesgos en Nepal, una entidad en la que participan organismos de Naciones Unidas, calcula que el terremoto ha generado alrededor de 2,8 millones de desplazados internos (la población del país es de 28 millones personas).
Además la misma fuente señaló que el sismo destruyó unas 160.786 casas y otras 143.673 resultaron dañadas en el país del Himalaya.
El terremoto de 7,8 grados ha sido el de mayor magnitud en Nepal en 80 años y el peor en la región en una década desde que en 2005 otro seísmo ocasionara más de 84.000 muertos en Cachemira.