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domingo, 2 de enero de 2011

José “Mazuco” Sánchez dirige una carta desde prisión al país y al mundo

A través de una carta, José “Mazuco” Sánchez denuncia que el juicio en su contra estuvo “lleno de irregularidades” y exhorta a continuar con la resistencia pacífica y democrática.
Carta a Venezuela y el mundo
                                             
El día 22 de diciembre a las 12.35 de la madrugada entre oscuridad y tiniebla, tras un  juicio político express lleno de irregularidades y vicios constitucionales y procesales sin precedente en la historia judicial venezolana fui brutalmente condenado a 19 años de prisión por un delito que no cometí y del cual se me acusa como autor intelectual cuando aún los órganos de investigaciones penales no han establecido el o los autores materiales. Una justicia inédita, en la cual confié, habiéndome presentado espontáneamente en reiteradas oportunidades, demostrando ser un hombre respetuoso de la ley. No hui y no huiré jamás porque no puedo ser prófugo de mi propia inocencia.
Estuve tres años y 23 días recluido en el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde en Los Teques, estado Miranda y durante todo ese tiempo, a pesar de haber intervenido en la causa 11 jueces y nueve fiscales del Ministerio Publico, nunca el juicio se llevo a cabo. Alegatos de distintas índole lo impidieron (no hay unidades para el traslado, no asistió la juez, los fiscales están enfermos, se daño el aire acondicionado, la computadora esta mala, hay derrumbes en la vía, esta lloviendo, el día esta nublado). Sólo bastó que el 26 de septiembre, día de las elecciones parlamentarias, el pueblo zuliano expresara a través del voto su confianza y me eligiera como Diputado a la Asamblea Nacional para que se reactivara aceleradamente el proceso en mi contra que en los tribunales denominaron "Circular Mazuco", con tanta prisa y poco disimulo que ni siquiera respetaron las vacaciones navideñas del personal y en tan sólo en nueve días y en audiencias de 12 a 14 horas diarias. a pesar de estar severamente enfermo y discapacitado para caminar y en silla de ruedas, violando mis derechos humanos, en especial el de la salud, consagrados en nuestra Constitución y pactos y convenios internacionales suscritos por la República, llegara a su final con el único fin de inhabilitarme para que no pueda ejercer el propósito que Dios y el pueblo han puesto en mi que es hacer justicia para los mas necesitados. No comprenden que es la superioridad de la fuerza moral la que inclina hacia si la balanza política.
El gobierno pretende con esta sentencia arbitraria que conmocionó a la opinión publica, desconocer mi inocencia, la soberanía popular y, por ende, mi inmunidad parlamentaria como Diputado así como lo mas grave aún: desconocer la Constitución Nacional, pero no hay sentencia que pueda contradecir la decisión del pueblo.
Consideramos que jurídicamente hay recursos que ejercer, pero este es un proceso político y la gente lo sabe, no cabía la menor duda que la sentencia condenatoria estaba dictada. El gobierno puso de manifiesto la perversa intencionalidad, no fue un juicio sino un ajusticiamiento a un ciudadano venezolano inocente de los delitos por los que fui condenado. Sumado a ello siendo un Diputado Electo y proclamado, lo que constituye a todas luces una violación absoluta de todas las garantías y el debido proceso.
La cosa estaba ya tan armada, tan bien preparada, tan lista, que eso no creo tenga precedentes, con un gravísimo daño a la institucionalidad y a la administración de justicia ya golpeada. Es la utilización de los órganos jurisdiccionales para neutralizar al adversario político sin contemplaciones, sin garantías de ninguna especie, porque no las hubo y no se me respeto ningún derecho.
La juez Fabiola Vezga Medina, una secretaria designada para tal fin, se mostro altiva, soberbia, arrogante, con un comportamiento narcisista, carente de sentimientos, llena de odio, resentimiento y venganza, ausente de imparcialidad lo que conlleva a la ilegitimidad de ésta y del proceso, su vileza, maltratos, torturas y ensañamiento nos privo de aliento. Irrespetó la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia aún vigente de casa por cárcel y demostró la prontitud de su tribunal en plegarse a los deseos e instrucciones políticas, a tal extremo que me condenó en la madrugada y al otro día de inmediato se fue  de vacaciones dando por cumplido su cometido. Seguramente, a corto plazo, le será entregada como premio la titularidad del despacho.
También los fiscales del Ministerio Público, quienes sesgados por la ambición personal  y profesional, hicieron promoción de pruebas falsas reforzando el capricho político para que me condenaran. Eellos  obtendrán prebendas futuras de instancias gubernamentales como suele suceder en estos casos.                                
Fueron días de tribulación, una situación dura, injusta e indigna, una gran infamia, esa misma impotencia que llena mi corazón y el de mis familiares está en el de muchos zulianos y venezolanos que ven como el gobierno se burla de la voluntad del pueblo expresada en las urnas electorales que me hicieron ser el Diputado más votado en el Zulia y el cuarto a nivel nacional. Por eso este 5 de enero espero estar en el hemiciclo de la Asamblea Nacional juramentándome como Diputado porque así lo decidió el pueblo marabino.                                        
También poco importó a ellos tratar de destruir un hermoso hogar como el mío, las condiciones de mi anciana madre ni la salud psicológica y mental de la familia y de mi inocente niño quien el pasado 21 de diciembre cumplió cuatro añitos y recibió como regalo la condena de su padre, todo envuelto en un plan malévolo y perverso. El Poder Judicial demostró su ineficiencia y poca independencia al tenerme tanto tiempo detenido siendo inocente y ahora repentinamente condenarme de manera grotesca y forzosa con el agravante de soportar la sentencia con declaraciones de políticos oficialistas y los testimonios de un confeso delincuente recluido en la cárcel que asistió encapuchado y admitió la animadversión en mi contra y otro de dudosa reputación mencionado en la causa como extorsionador y portador de credenciales falsas de la Asamblea Nacional. Un juicio ilegal e inmoral, lleno de marañas que se desarrolló en tiempo récord, bochornoso ya que una justicia sin rostro no garantiza los derechos consagrados en la Constitución porque fui sentenciado mas no juzgado.                
La gente se pregunta: ¿Qué pasa cuando la justicia deja de ser independiente y se hace política?
Pasan situaciones aberrantes como la mía, no hay justificación alguna para que en nombre de una revolución se le haga daño a tantos seres humanos. No se puede criminalizar a la gente sólo por disentir del gobierno. Sin embargo no me rendiré, soy un guerrero valiente y vigoroso donde quiera que esté. El hombre generoso siempre es perseguido por los malvados e injustos. Ellos representan la oscuridad, esta es una batalla del bien contra el mal. Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal y cuando llega la mañana lo ejecutan porque tienen el poder y oprimen al hombre. Hoy ríen, pero mañana llorarán y tarde o temprano pagarán todo lo que han hecho. Ellos caminarán cabizbajos mientras que yo caminaré erguido y con mi conciencia tranquila, lleno de coraje y valentía, tomado de la mano de Dios porque Él me libera del poder del maligno y aunque tenga que pasar por muchas pruebas sé que Él estará conmigo hasta el final. No me dejaré vencer por el desaliento porque a través de la oración durante estos años el Señor me ha fortalecido y me ha hecho ver con una nueva óptica la adversidad que en oportunidades nos presenta la vida, pero importante es saber que estas no son para siempre. Seguiré siendo símbolo de resistencia, sacrificio, valor e integridad. No me resignaré y esta será mi contribución a la democracia.     
Admiro los valores de mi madre y la dignidad de mi esposa a quien amo con todas las fuerzas de mi corazón. Ellas, junto a mi inocente hijo, son mi razón para continuar con esta asimétrica lucha. Seguiré, tengo a La Chinita en mi corazón, Dios es más grande que esta situación dolorosa, ahora es cuando tenemos que hacer por nuestra amada Venezuela, al orar los unos por los otros, Dios creará un cerco de defensa y nos mantendrá en su paz.
En estos tiempos difíciles la alabanza brota de un corazón que se encuentra en paz, quizás, al principio, un poco ahogada por las lágrimas y el dolor. Pero, lentamente, la voz se va haciendo más fuerte y en el corazón empieza arder el fuego de la esperanza; y esta esperanza echa afuera el frío de la desilusión y el desánimo porque los que creemos en Dios jamás somos defraudados.                  
Seguiré junto a mis abogados defensores acudiendo a instancias nacionales e internacionales hasta que cese la arbitraria persecución penal y recobre mi libertad.
Al mundo, al pueblo de Venezuela, al pueblo del Zulia y, en especial, al pueblo maracaibero desde esta cárcel quiero enviarles mis palabras de afecto y fortaleza, mis agradecimientos infinitos por su amistad, apoyo y solidaridad. Asimismo, los exhorto a continuar en la resistencia pacífica y democrática contra quienes pretenden quitarnos las garantías y derechos intrínsecos en cada uno de los ciudadanos que habitamos en esta patria, que nos vio nacer. Apartemos el miedo, no desmayemos. Venezuela cuenta con nosotros
Que Dios y La Chinita los bendigan
Su amigo de siempre
Diputado José Sánchez “Mazuco”

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