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lunes, 9 de mayo de 2016

MINUTO A MINUTO

Miss Mundo 1998 informó que fue violada días antes de coronarse en el certamen

Para ser bella, hay que ver estrella. Ese fue el precio que tuvo que pagar la modelo, Linor Abargil, quien fue violada días antes de de coronarse como Miss Mundo 1998.
El acto fue cometido por su agente de viajes, suceso que la marcó su para siempre. Hecho que impulsó a estudiar derecho criminalista para combatir la violencia de género, siendo hoy una mujer de 36 años reconocida por su aporte a esta lucha.
En una entrevista concedida al diario El País, Abargil narró todo lo sucedido: “Nunca quise ser modelo. Me parecía un mundo hipócrita que no me aportaba nada. De hecho, de pequeña, aunque era muy guapa, era una chica que disfrutaba estudiando y, la verdad, bastante masculina. No me interesaban los certámenes de belleza. Pero fueron muchos los que me insistían en que probase a ser modelo, así que al final me presenté al concurso de Miss Israel cuando tenía 18 años. Quedé segunda, pero seguía sin interesarme ese mundo. Meses después, varios agentes de modelos me pidieron participar en el certamen de Miss Mundo para representar a mi país. Lo primero que pregunté fue: `¿Cuál es el premio?´ ¡Un coche y un viaje a Tailandia! Eso sí me convencía más. Vengo de un pueblo pequeño y mi pasión era viajar. Así que me trasladé a Italia para trabajar como modelo y prepararme para el certamen”.
Linor se embarcó en ese viaje con entusiamo, pero era tan joven (18 años) que la nostalgia empezó a cobrar sus efectos: “Recuerdo que echaba mucho de menos a mi familia, tenía 18 años y medio y nunca había pasado tanto tiempo fuera de casa. Quise comprar un boleto de avión para Israel, pero mi agente de viajes me engañó diciéndome que no quedaban vuelos. Se ofreció a llevarme en coche y una vez que comenzamos el camino, se desvió de la autopista. Paró en un descampado, me ató las manos y me puso una navaja en el cuello. Me violó dos veces y después intentó asfixiarme. Conseguí convencerlo de que me dejara vivir. Le dije que no contaría nada. Él no hacía más que repetir que lo sentía y yo lo único que quería era salir de allí con vida. Me llevó hasta la estación de trenes de Milán y me dijo que no podía contar nada de lo ocurrido”.
Abargil no se aguantó y enseguida le contó a su madre, quien le dijo que no se bañara y pusiera la denuncia de inmediato. “Me pidieron que no lo hiciera público, que era la única manera de poder atrapar a mi agresor. Fueron las peores semanas de mi vida. Yo estaba rota por dentro y la vida seguía. Mi madre me convenció para que no abandonara el concurso y así lo hice. En el momento en que me proclamaron Miss Mundo no podía aguantar mis lágrimas, pero no eran lágrimas de alegría”, asegura la modelo.
Su agresor fue detenido al día siguiente: “Lo más duro fue el juicio. Él negaba todo y al día de hoy lo sigue negando. Pude entender por qué muchas mujeres no presentan denuncia. Verme frente a él y revivir durante dos días los momentos de la violación es algo que nunca olvidaré, pero estoy enormemente orgullosa de haberlo hecho y de haber tenido a mi familia apoyándome en todo momento”.
Sobre el concurso y lo que realmente significó para ella dada las circunstancias, confesó: “Creo que esa estúpida corona me sirvió para dar voz y denunciar algo tan atroz como puede ser una violación. Ser Miss Mundo y hacer público lo que me pasó ayudó a poder trasladar a los medios de comunicación y al mundo una situación que viven millones de mujeres. Puede ser tu hermana, tu vecina… puede ser cualquier mujer y yo tengo la oportunidad de ayudarlas. En esta vida tienes dos opciones: o lamentarte y hacer que tu vida sea miserable o levantarte y luchar para que se haga justicia”.
Actualmente, Linor Abargil también está dando conferencias en distintas partes del mundo para ayudar a las mujeres que han pasado por una situación similar a la de ella y luchar contra la violencia de género.
Con información de Farandula