(AP) — Un ex guerrillero asumirá el domingo como nuevo alcalde de
Bogotá, el segundo cargo de elección popular más importante del país
después del de presidente.
Gustavo Petro, un economista de 51 años, triunfó en las elecciones del 30 de
octubre cuando a nombre de un movimiento de corte izquierdista fundado por él,
“Progresistas”, venció en las urnas a los candidatos de los partidos
tradicionales.
Al igual que Petro, el domingo también asumirán los alcaldes de los más de
1.100 municipios de Colombia, así como los gobernadores de los departamentos,
los diputados de las asambleas regionales y los cientos de concejales
que fueron elegidos por voto popular dos meses atrás.
En los años 80 Petro formó parte del hoy pacificado Movimiento 19 de Abril o
M-19, que nació como consecuencia de un supuesto fraude en los comicios
presidenciales de abril de 1970 en favor del conservador Misael Pastrana y en
perjuicio del candidato de la Alianza Nacional Popular (Anapo), Gustavo Rojas
Pinilla.
En marzo de 1990 el gobierno del entonces presidente Virgilio Barco
(1986-1990) firmó la paz con el M-19 y Petro se dedicó de lleno a la política.
Fue representante a la Cámara y senador. En 1997 intentó sin éxito ser alcalde
de Bogotá y en mayo de 2010 aspiró a la presidencia.
Durante su paso por el Congreso se destacó por sus constantes denuncias sobre
los lazos entre la clase política y las bandas paramilitares. Sus intervenciones
llevaron a que la Corte Suprema de Justicia iniciara a finales de 2006
una investigación que terminó con el encarcelamiento de más de 60
legisladores y ex legisladores.
Pero Petro no las tiene todas consigo. De hecho recibe una ciudad sumida en
el caos producto de la administración de su antecesor, Samuel Moreno,
actualmente en prisión.
Las autoridades sostienen que Moreno y su hermano Iván, también
detenido, exigían dinero a empresarios para favorecerlos con
millonarios contratos. Los Moreno han negado las acusaciones en su contra.
Según la Fiscalía, en irregulares contratos para obras de infraestructura de
Bogotá –como calles y avenidas– el erario fue desfalcado en unos 1.200 millones
de dólares.
Esas obras sufrieron retrasos o no fueron concluidas en el tiempo convenido y
hasta ahora se desconoce exactamente qué ocurrió con los millonarios fondos
desembolsados por el distrito capital.
Fue Petro quien denunció los supuestos actos de corrupción de los Moreno pese
a que entonces pertenecían al mismo movimiento político: el Polo
Democrático Alternativo.
Esta ciudad de unos ocho millones de habitantes tiene 20% de sus 15.000
kilómetros de vías sin pavimentar pese a que maneja el presupuesto más alto de
las alcaldías del país, unos 6.000 millones de dólares
anuales.
Petro es el octavo alcalde de Bogotá elegido en las urnas.